economía
El Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires, presidio por Sergio Abrevaya, aprobó un informe que realiza un diagnóstico sobre el “Sector de Empleo Doméstico en la Ciudad”. En el mismo se estima que son aproximadamente 400.000 personas las que realizan este tipo de tareas en la ciudad, mientras que a nivel nacional son casi 1.100.000.
Al respecto Abrevaya sostuvo que “Casi el 40% de las empleadas domésticas del país trabaja en la Ciudad. Debemos considerar el trabajo doméstico como empleo, con todos sus derechos y obligaciones, y no como una profesión liberal.”
El informe describe que de acuerdo a lo establecido por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la proporción del empleo doméstico nacional sobre el total del empleo es de aproximadamente el 7,2%. Esta característica se ha mantenido estable a lo largo de los años, pudiendo definirla como un componente estructural del sistema productivo argentino. Tan es así, que frente a los cambios en los ciclos económicos, los empleadores deciden reducir la jornada laboral de las trabajadoras o reducir el salario de las mismas.
Los datos del INDEC demuestran que el 43.6% del total de las empleadas domésticas, reside en algún partido del Gran Buenos Aires, mientras que solo el 8.4% vive en la Ciudad.
En la Ciudad de Buenos Aires
Un elemento clave para conocer a las integrantes del sector es el lugar de nacimiento de las trabajadoras. Casi la mitad de las empleadas domésticas que tienen su ocupación principal en la Capital nació en la misma localidad en la que actualmente habitan. Sólo un 18% de las trabajadoras proviene de un país limítrofe.
En el 42% de los hogares donde hay una empleada doméstica que trabaja en la CABA, ésta cumple el rol de jefa del hogar. Esta posición suele estar asociada a la relevancia del monto de los ingresos que es aportado por cada uno de los miembros del hogar sumado a ciertas pautas culturales que tienden a reservar ese rol al varón.
A su vez, el porcentaje de empleadas que viven en el domicilio del empleador, en la CABA es bastante bajo. Solo una trabajadora de cada diez se desempeña bajo la modalidad sin retiro. Casi el 60% de los trabajadores domésticos con ocupación principal en la CABA, realiza su actividad en un solo domicilio y el 19% lo realiza en dos lugares distintos. Apenas un 22% de los empleados domésticos se desempeña en 3 o más lugares diferentes.
Por otro lado, de acuerdo a los datos de la EPH, casi el 67% terminó la secundaria y solo ocho de cada cien comenzaron estudios universitarios. Este sector está conformado principalmente por mujeres con escasas credenciales educativas y condiciones laborales precarias.
El Empleo Registrado
De acuerdo al estudio, la tasa de empleo no registrado del trabajo doméstico se redujo un 6% en el período de 2012. Esta reducción está respaldada por una tendencia sostenida de largo plazo: desde el año 2003, la incidencia del trabajo no registrado se redujo más de 16%.
Un dato a tener en cuenta es que en el año 2003, la tasa de no registro en la actividad ascendía al 94%, una problemática consolidada durante los años 90`s, donde la porción de empleados domésticos en blanco nunca fue mayor al 10%.
Este avance nos enfrenta a dos conclusiones distintas. Por un lado, la tasa de no registro de la actividad sigue siendo muy superior a la del resto de las actividades (2,3 veces más alta). Por otro lado, el descenso del trabajo en negro durante el último año fue mayor en el empleo doméstico que el promedio de las otras ocupaciones relevadas por el INDEC.
El estudio afirma que los trabajadores con una jornada laboral de hasta 19 horas semanales sólo redujeron su informalidad en un 2%; aquellos que se desempeñan de 20 a 34 horas por semana disminuyeron su no registro un 13%; mientras que los empleados que trabajan 35 horas semanales o más bajaron la tasa de empleo en negro más de 8%.
Por otro lado, el informe destaca que los trabajadores que no se retiran del domicilio tienen tasas de registro más elevadas y que la disminución de la informalidad en el último año fue mayor. Por su lado, los trabajadores que no pernoctan en la vivienda y aquellos que cuentan con más de un empleador, muestran tasas de empleo no registrado mayores y la reducción durante el último año, un 7%, resultó ser moderada.
Esto destaca que en los últimos años la informalidad del sector se ha reducido de manera notable. Si bien es crucial para el futuro de los trabajadores además es un beneficio más dentro de un gran grupo de derechos al que los empleados acceden cuando la relación laboral se formaliza.