miércoles, 18 de febrero de 2015

El Papa le dice a la juventud "Atrevánse a ser felices"


sociedad

"Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios'', es el título del mensaje del Santo Padre para la XXX Jornada Mundial de la Juventud que se celebra todos los años el Domingo de Ramos. Este año el Papa prosigue la reflexión sobre las Bienaventuranzas y después de haber abordado en los mensajes anteriores su ''significado revolucionario'' y el ''fuerte llamamiento de Jesús a lanzarnos decididamente a la aventura de la búsqueda de la felicidad'', esta vez trata del deseo de felicidad, partiendo de los primeros capítúlos del Libro de Génesis que ''nos presentan la espléndida bienaventuranza a la que estamos llamados y que consiste en la comunión perfecta con Dios, con los otros, con la naturaleza, con nosotros mismos''.

Francisco divide el mensaje en cuatro partes. Después de hablar del deseo de felicidad, analiza la sexta bienaventuranza párrafo a párrafo, explicando en qué consiste la limpieza de corazón. Si el corazón se consideraba en la Biblia el centro de los sentimientos y de las intenciones de la persona, su ''limpieza'' consistía fundamentalmente en la ausencia de elementos contaminantes, como el odio, la codicia, la envidia... De ahí que junto con el cuidado de la creaciòn para que no se contamine, el Papa invite a una ''ecología humana'' que ayude a respirar ''el aire puro que proviene de las cosas bellas, del amor verdadero, de la santidad''. Francisco insta también a los jóvenes a no permitir que la capacidad de amar y ser amado sea instrumentalizada o menoscabada y a no banalizar el amor.

En la tercera parte: ''Porque ellos verán a Dios''... recuerda que Jesús ''espera siempre con los brazos abiertos'' y llama a todos ''en cualquier situación o lugar donde se encuentren''. ''El encuentro con Dios en la oración, mediante la lectura de la Biblia y en la vida fraterna ? escribe el Papa a este propósito- les ayudará a conocer mejor al Señor y a ustedes mismos...y les abrirá los ojos para reconocer su presencia en la historia personal de cada uno de ustedes, descubriendo así el proyecto de amor que tiene para sus vidas''.

''Atrevánse a ser felices'', concluye Francisco, recordando que con la Jornada Mundial de la Juventud de este año comienza la última etapa del camino de preparación de la próxima gran cita mundial de los jóvenes en Cracovia, en 2016 y que se cumplen 30 años desde que san Juan Pablo II instituyó en la Iglesia las Jornadas Mundiales de la Juventud. Una ''peregrinación juvenil a través de los continentes, bajo la guía del Sucesor de Pedro, que ha sido verdaderamente una iniciativa providencial y profética''.