opinión
Al pensar en una institución médica de rehabilitación se corporiza la imagen de un edificio grande, con poca luz y
sin espacio verde. Sin embargo, hay cada vez más trabajos y estudios que relacionan la recuperación funcional
precoz con entornos que incluyan espacios verdes y piletas terapéuticas.
Si usted tuviera que hacer rehabilitación física, ¿preferiría hacerla en un espacio cerrado, parecido a un hospital
tradicional, o elegiría trabajar al aire libre, rodeado de verde, flores, árboles y aves? ¿Y si a eso le sumara la
posibilidad de rehabilitarse en una pileta, escapando del calor característico de esta época del año?
El sentido común indica que la mayoría preferirá el espacio verde y la pileta. Pero lo más importante es que,
independientemente de las preferencias, hay estudios que afirman lo que durante muchos años fue solo una
sospecha: tanto los espacios verdes como la “pileta terapéutica” pueden acortar los tiempos de rehabilitación física
y mejorar el estado general de los pacientes. Por esa razón, muchos autores alientan a que los hospitales y
demás instituciones médicas cuenten con este tipo de espacios.
Respecto de la “piscina terapéutica”, la Dra. Miriam Weinberg, Directora de Rehabilitación del Centro Hirsch,
explica que “uno de los procedimientos que se aplican en los programas de rehabilitación es el ejercicio
terapéutico; esto es, la indicación de un movimiento corporal con un formato planificado. Los objetivos son
corregir un deterioro articular o muscular, recuperar un déficit funcional, facilitar desplazamientos y promover la
flexibilidad articular y el adecuado balance del cuerpo. Para alcanzar estas metas, un gran aliado es el ejercicio
y los movimientos en el agua, como lo demuestran las clínicas de rehabilitación más avanzadas del mundo que
utilizan la hidroterapia y la llamada “piscina terapéutica” por sus cuantiosos beneficios en sus pacientes, entre ellos,
la sensación subjetiva de bienestar”.
Lo que sucede es que, en el agua, se aceleran notablemente los tiempos de rehabilitación, ya que se ven
facilitadas la movilidad, la flexibilidad general, el control postural, y se manifiesta sensación de bienestar. “Los
pacientes experimentan que pueden moverse fácilmente y logran iniciar, por ejemplo, la marcha en el agua antes
que en el gimnasio, lo que los motiva muchísimo para conectarse con su tratamiento de rehabilitación”, explica la
Dra. Miriam Weinberg
Respecto a los usos de la hidroterapia, la profesional detalla que “en nuestro centro, la hidroterapia se realiza en
forma complementaria dentro de los programas de rehabilitación integral, los cuales son personalizados para cada
paciente. Actualmente utilizamos este tratamiento en pacientes internados con lesiones medulares, secuelas de
ACV, secuelas neurológicas y de politraumas, y en los que concurren a rehabilitar en forma ambulatoria”.
Espacios verdes, muy importantes y efectivos
En lo que refiere a los jardines terapéuticos y espacios verdes, se destacan algunos aspectos que los explican
1) La naturaleza restaura los centros emocionales en el sistema límbico del cerebro, evocando respuestas
biológicas confortantes. En este ambiente familiar y natural la relajación es promovida con un destacado resultado
2) El verdor sostiene las funciones cognitivas, limitando una estimulación excesiva, y la necesidad de constante
atención, permitiendo que uno mismo desarrolle su atención a sí mismo.
En definitiva, los espacios verdes son diseñados específicamente para traer confort y beneficios físicos,
psicológicos y sociales para los usuarios y visitantes. Allí pueden desarrollarse distintas actividades: huerta
orgánica, plantaciones, avistaje de pájaros y plantas, lectura, entre otras actividades.