domingo, 8 de febrero de 2015

Una mala: desvalijan casa de actor en Mardel


sociedad

Ocurrió anoche en la zona de Chapadmalal

Fue en la noche del viernes mientras el actor se encontraba realizando su unipersonal en el Teatro Auditorium de Mar del Plata. Apenas terminada la función de su obra “Mazzarello no chilla”, se dirigió a su casa de Chapadmalal (camino a Miramar) en donde desde hace años tiene una casa de verano. Al llegar junto a su mujer, la productora y bailarina Flor Argento, Mazzarello se encontró con todas las luces encendidas y las puertas abiertas. “Me robaron las dos tablas de surf, una computadora, electrodomésticos y algo de ropa”, especificó el popular actor en su contacto con la prensa esta mañana. En verano, Marcelo Mazzarello alterna las funciones de su unipersonal (los viernes y sábados a las 21:30hs en la sala Nachman del Teatro Auditorium), con otra de sus pasiones: el surf. Por eso, resulta habitual verlo en las playas del sur practicando ese deporte como un marplatense más, precisamente cerca de donde sucedió el robo.

Apenas conocido el hecho, los vecinos se solidarizaron con el actor y su mujer, contándoles que habían visto algunos movimientos en la casa horas antes del atraco. Hasta el momento los malvivientes no fueron identificados, aunque según comentarios de la gente del lugar, se presume serían de la zona.

“Por suerte no estábamos cuando sucedió, sino no sé qué hubiera pasado. Esto nos obliga a replantearnos el hecho de colocar rejas, siendo que esta es una zona tranquila, alejado del ruido de la ciudad, pero hoy nadie está exento de una situación así; a quien se lo contás, también le pasó algo parecido”, se lamentó el actor a quien todas las noches se lo puede ver por la pantalla de Telefe en su papel de "El Polaco" en la tira “Viudas e hijos del rock and roll”.

La última temporada de Marcelo Mazzarello en Mar del Plata fue con la obra “El Hijo de Puta del Sombrero” junto a Pablo Echarri, Nancy Duplaá y Fernán Mirás. En “Mazzarello no chilla”, el artista despliega todo su histrionismo al servicio del humor. Del prócer al economista, de Discepolín al psicoanalista, del Rey Inca a un Hamlet en guaraní. Contrastes que enhebrados por un personaje central, trazan un delirante boceto del Ser Nacional.