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La Presidente Cristina Fernández envió a su par de la República de El Salvador, Salvador Sanchez Cerén, una carta con motivo de la beatificación del Obsipo Oscar Arnulfo Romero. "Una vez más el Papa Francisco hace caminar a la Iglesia junto a los pobres y los perseguidos", destacó.
En su misiva, dirigida al presidente, la jefa de Estado manifestó que "con alegría el pueblo argentino se suma a los pueblos del mundo para celebrar la beatificación del obispo Oscar Arnulfo Romero, el próximo 23 de mayo. Una vez más el Papa Francisco hace caminar a la Iglesia junto a los pobres y los perseguidos, aquellos quienes con amor por su obispo lo bautizaron "San Romero de América, pastor y mártir nuestro".
Añadió que "el 24 de marzo de 1980 fue un día doblemente triste para el pueblo argentino, ya que mientras un sicario destruía el corazón del obispo salvadoreño, se cumplía en nuestro país el cuarto aniversario del inicio de la dictadura cívica-militar, enemiga del pueblo y de los curas que acompañaban el sufrimiento y la persecución de los más débiles y humildes".
Expuso que "fue duro reponerse de la muerte del obispo Romero a quienes ya habían sufrido el asesinato de nuestro obispo monseñor Enrique Angelelli en 1976. Ambos derramaron su sangre por su apego a las enseñanzas del Evangelio. Pero antes supieron transmitir que la religión está vacía de sentido si no se llena de la lucha por un mundo más justo y solidario".
Y dirigiéndose al "Sr. Presidente de la República de El Salvador Salvador Sánchez Cerén", destaca que "la memoria del obispo Romero nos indica el camino, y su vida y martirio nos comprometen a seguir trabajando con las enseñanzas que nos legó. Su sabiduría, su compromiso y su amor al prójimo me permite rescatar dos enseñanzas del obispo para compartir con Ud."