miércoles, 29 de octubre de 2025

Piden por trigésima tercera vez el fin del embargo a Cuba


internacional

La Asamblea General de las Naciones Unidas pidió este miércoles por trigésima tercera vez y por aplastante mayoría el fin del embargo económico de Estados Unidos a Cuba, una imposición unilateral que ha denunciado desde 1992.


La resolución de este año obtuvo 165 votos a favor, 7 en contra (Argentina, Estados Unidos, Hungría, Israel, Macedonia del Norte, Paraguay y Ucrania) y 12 abstenciones (Albania, Bosnia y Herzegovina, Costa Rica, Chequia, Ecuador, Estonia, Letonia, Lituania, Marruecos, Moldavia, Rumanía y Polonia).

Esto supone un cambio respecto a los últimos años, en los que el país caribeño recibió el apoyo unánime por parte de los países de América Latina y el Caribe y todos los Estados miembros de la Unión Europea. El año pasado, la resolución obtuvo 187 votos a favor, solo dos votos en contra (Estados Unidos e Israel) y una abstención (Moldavia).

El bloqueo a Cuba comenzó en 1960 y se fue endureciendo en diferentes momentos históricos, alcanzando a terceros países a partir de 1992, fecha en la que la Asamblea General emitió su primera petición a Estados Unidos para ponerle fin.

La resolución titulada Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba, se basa en el informe del Secretario General. El texto, presentado por Cuba, reafirma, entre otros principios, “la igualdad soberana de los Estados, la no intervención y no injerencia en sus asuntos internos y la libertad de comercio y navegación internacionales, consagrados en numerosos instrumentos jurídicos internacionales”. Asimismo, expresa preocupación por disposiciones reglamentarias, como la promulgada por Estados Unidos el 12 de marzo de 1996, conocida como “Ley Helms-Burton”, “cuyos efectos extraterritoriales afectan a la soberanía de otros Estados, a los intereses legítimos de entidades o personas bajo su jurisdicción y a la libertad de comercio y navegación”.

Así, exhorta a todos los Estados a que se abstengan de promulgar y aplicar leyes y medidas que los contravengan, instando a la derogación de ese tipo de medidas a quienes aún las impongan. El documento también solicita al Secretario General que, en consulta con los órganos y organismos pertinentes del sistema de las Naciones Unidas, prepare un informe sobre el cumplimiento de la resolución a la luz de los propósitos y principios de la Carta de la ONU y del derecho internacional y se lo presente en su octogésimo primer período de sesiones.

Castigo colectivo que viola los derechos del pueblo cubano

Al presentar la resolución, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba denunció el carácter ilegal, inhumano y extraterritorial del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos.

Bruno Rodríguez Parrilla subrayó que esta política constituye un acto de castigo colectivo que viola los derechos humanos del pueblo cubano y obstaculiza su desarrollo en sectores esenciales como la salud, la energía y la alimentación. “Como se sabe el impacto de este tipo de agresión no es solo económico. Se aplica por diseño, con fría premeditación respecto a su impacto social y humanitario sobre millones de personas”, declaró el ministro. Asimismo, denunció las presiones ejercidas por el Departamento de Estado para modificar el voto de los Estados Miembros respecto a la resolución.

Rodríguez Parrilla también se pronunció en contra de que Estados Unidos haya “adoptado la práctica criminal de cometer asesinatos en alta mar o dentro de las aguas jurisdiccionales de otros países a manos de sus Fuerzas Armadas”, en el Caribe y en el Pacífico. Reiteró que Cuba es un país de paz, comprometido con la cooperación y la autodeterminación de los pueblos, y llamó a la comunidad internacional a apoyar el proyecto de resolución como un acto de justicia y respeto a la soberanía nacional.