miércoles, 8 de enero de 2014

El Teatro Nacional Cervantes no se toma vacaciones


espectáculos

Aunque sus Salas de Buenos Aires descansan en enero, el Teatro Nacional Cervantes sigue activo durante el verano

El pasado 27 de diciembre estrenó en el Teatro Mar del Plata de esa ciudad, El conventillo de la Paloma de Alberto Vacarezza. La estupenda producción dirigida por Santiago Doria -que ya había cumplido tres exitosísimas temporadas en la Sala María Guerrero del TNC- llegó a la ciudad balnearia con sus veintiocho artistas en escena, para ofrecer al público local y a los veraneantes la oportunidad de ver este sainete mayor del repertorio argentino interpretado por un elenco de primer nivel que ha recibido los mejores elogios de la crítica especializada. Vale destacar que a la calidad del espectáculo se suma el atractivo del muy conveniente precio de la localidad: 120 pesos.

El espectáculo llegó a Mar del Plata gracias al acuerdo realizado entre el Teatro Nacional Cervantes y el empresario Carlos Rottemberg, quien puso a disposición su Sala de la Avenida Luro 2335. El Conventillo de la Paloma estará en cartel en el Teatro Mar del Plata hasta el 9 de marzo.

Será en febrero cuando se repongan en las tres salas de Buenos Aires los espectáculos, también exitosos durante la temporada 2013, Miembro del jurado de Roberto Perinelli, Chau papá de Alberto Adellach y El gran deschave de Sergio De Cecco y Armando Chulak.

Miembro del jurado volverá a la Sala Luisa Vehil en los primeros días de febrero y se presentará los viernes y sábados a las 19.00 y los domingos a las 18.30. Dirigido por Corina Fiorillo y con el mismo aplaudido elenco que integran Ernesto Claudio, Silvina Bosco (premio ACE mejor actriz de reparto en drama) y Roberto Vallejos, el espectáculo volverá a poner al público en tensión. Policial inquietante, cargado de ambigüedad e interrogantes y con mucho humor, la pieza que Perinelli escribió en 1979 tiene hoy impresionante vigencia.

El Cervantes la estrenó en abril de 2013 en esta sala. Luego realizó una extensa gira por todo el país y, en noviembre pasado, representó al TNC en la ciudad española de Santiago de Compostela en el marco de MICAtlántica organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación y la Xunta de Galicia.

Por su parte, Chau papá retomará las funciones a mediados de febrero en la Sala Orestes Caviglia. Esta obra que Adellach escribió en 1971 remite a la descomposición social de un tiempo crucial de la historia argentina. El disparador es la muerte de un padre y los preparativos del velatorio que realiza la familia. En ese contexto se mueven los personajes que dejan ver sus miserias, fobias, mezquindades y frustraciones. Es fácil descubrir en ellos la metáfora, aún tras el velo del humor por momentos desopilante, que es el tono que la pieza propone. Manuel Vicente dirigió a este elenco que componen ahora Roberto Carnaghi, Graciela Stefani y Fabián Arenillas junto a Pablo De Nito, Julio Marticorena, Verónica Piaggio y Julián Vilar.

Chau papá se estrenó el 17 de agosto en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti e inició luego una gira por localidades de todo el país. La obra tiene asesoramiento en dramaturgia escénica de Andrés Binetti, la supervisión coreográfica es de Luciana Acuña, el diseño sonoro de Pedro Donnerstag, la iluminación de Gonzalo Córdova, y el vestuario y la escenografía de Mariana Tirantte. La asistencia artística es de Romina Oslé, la de dirección es de Nacho Ciatti y la producción del TNC de Gabriel Gianola.

Chau papá se ofrecerá de jueves a sábados a las 21.30 y los domingos a las 21.00.

Para fines de febrero se programó el reestreno de El gran deschave, en la Sala María Guerrero. El espectáculo llega ahora renovado en los dos papeles protagónicos. Susana y Jorge serán en la nueva presentación de este texto clásico del teatro argentino Eleonora Wexler y Alberto Ajaka. Junto a ellos Graciela Pal en el papel de la Nona, Marcelo Bucossi como Martinucci e Iván Moscher como don Robustiano. El elenco se completa con los músicos Miguel Alché, Juan Faisal y Martín Miguel López Grande que tocan en escena.

Con elementos realistas y la ironía y el humor negro como tono, De Cecco refiere siempre a problemáticas del país partiendo de historias individuales. En El gran deschave pone al descubierto la mentira, la hipocresía y ciertas características de la clase media argentina a través de un matrimonio que lleva unos cuantos años de casados y una vida aparentemente organizada, hasta que la rutina se quiebra porque el televisor se rompe. Entonces, el universo construido muestra sus fisuras.

Luciano Suardi dirige este espectáculo que tiene música original de Carmen Baliero, iluminación de Matías Sendón, vestuario de Gabriela Aurora Fernández y escenografía de Graciela Galán. La asistencia de dirección es de Ana Calvo.

El gran deschave se presentará de jueves a sábados a las 21.00 y los domingos a las 20.30.