viernes, 4 de mayo de 2018

Larreta cambia la forma de tratar la Basura en la Ciudad


política


Se trata de un nuevo concepto basado en tecnología de origen europeo, que permite la combustión controlada de residuos para reducirlos al 10 por ciento de sus volúmenes y generar energía. También se ampliaron los plazos para el cumplimiento de objetivos.

La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires modificó la legislación conocida como "de Basura Cero" (Ley N° 1854), con el propósito de prorrogar los plazos originales sobre cumplimientos de metas y, además, permitir una nueva forma de combustión controlada y bajo riesgo ambiental que sirve para generar energía mientras se reducen los residuos a la décima parte de su volumen.

La iniciativa fue del Poder Ejecutivo, que planea importar de Europa hornos de avanzada tecnología para aplicar el sistema denominado "termovalorización". Hubo también un proyecto del diputado Marcelo Depierro (MC), del interbloque Evolución, y varias reuniones de las Comisiones de Ambiente y de Obras y Servicios Públicos, donde se hicieron modificaciones a pedido de organizaciones ecologistas, cooperativas de recicladores y entidades vecinales. Myriam Bregman (FIT) había hecho observaciones y pidió el archivo del proyecto.

Finalmente se elaboró un despacho conjunto de mayoría de ambas comisiones, que fue debatido y actualizado aún en el recinto al momento de la votación en particular. La ley fue resistida por la oposición y se sancionó por 36 votos positivos de Vamos Juntos, Gen y MJ y 22 votos negativos del resto de las bancadas.

La norma sancionada garantiza el trabajo de los recuperadores urbanos al prohibir terminantemente el tratamiento térmico de materiales reciclables o aprovechables provenientes del circuito de recolección diferenciada.

En cuanto a la prórroga de plazos, se mantiene la reducción progresiva de la cantidad de residuos que se permiten depositar en los rellenos sanitarios y se establecen las siguientes nuevas metas a cumplir: "De un 50% para el 2021, de un 65% para el 2025 y un 80% para el 2030, tomando como base los niveles enviados al CEAMSE durante el año 2012. Se prohíbe para el 2028 la disposición final de materiales tanto reciclables como aprovechables”.

La opinión de los Diputados

Desde el oficialismo, De las Casas enfatizó que el proyecto enviado por la Jefatura de Gobierno de la CABA “ha tenido muchísimos cambios; todos fueron escuchados, todos incluidos, hemos tomado todas las modificaciones propuestas porque queremos una ley con el consenso de todas las partes”, argumentó. Negó que la norma afecte a los recicladores, afirmó que hay 5 artículos, en una ley de 10, destinados a garantizar esa actividad y señaló que este año el presupuesto destinado a esa tarea de separación de residuos se aumentó en 690 millones de pesos.

De las Casas también habló del “sinceramiento de metas” y aseguró que “habrá controles con estándares europeos para el tratamiento de un volumen de basura diario de 2.500 camiones. Si funciona en París, no veo por qué no puede funcionar acá”, concluyó.

Blanchetiere, a su vez, destacó que en Alemania hay 121 plantas de tratamiento térmico de la basura a pesar de que separa y recicla el 65% de los residuos, y en Francia funcionan 122 de estos hornos de termovalorización. Además, dijo que informes oficiales del Reino Unido dan cuenta de de que “no hay daño verificable a la salud” por el uso de estas plantas. Además, desafió a los críticos y opositores “que me digan si hay algún lugar en el mundo que recicle el 100 por ciento de sus residuos”.

En representación del bloque Unidad Ciudadana, Recalde habló “del fracaso de los últimos diez años de gestión en la Ciudad” por no haber cumplido las metas de la ley de Basura Cero, fustigó “el desprecio por el trabajo y la voracidad por los negocios” y estimó el costo de esas plantas en unos 500 millones de dólares cada una y tras mencionar que se instalarían siete, enumeró cuántas obras de carácter social o educativo podrían hacerse con esos fondos.

Suma +, a través de Gorbea, planteó su oposición al proyecto oficialista, afirmando que “se intenta desvirtuar la ley de Basura Cero”, cuantificó que “el 85% del presupuesto en la materia se gasta en recolección indiferenciada, por lo que apenas se reciclan 400 toneladas por día de basura”, que es una mínima proporción (se estima entre 6.000 y 7.000 el tonelaje total de cada día). También acotó que “llegamos tarde a la termovalorización, cuando en Europa ya es una tecnología en desuso”.

Desde los bloques de izquierda, la diputada porteña del PTS en el Frente de Izquierda, Myriam Bregman, manifestó: "Asistimos a una provocación escandalosa del oficialismo. En la cara de las organizaciones ambientalistas y de recicladores urbanos que se movilizaron a la Legislatura para exigir el retiro del proyecto, el PRO logró su objetivo con los votos de los aliados de Carrió, el GEN de Stolbizer y Mejor Ciudad". Además, agregó que "es extremadamente grave que hayan votado la modificación de la ley de Basura Cero después de lo que denunciamos ayer con Enrique Viale, Facundo Di Filippo y compañeros de las cooperativas: aplican los métodos de Durán Barba, sus formas huelen a extorsión, reconocieron que intentaron comprar voluntades periodísticas con pauta publicitaria, eso es corrupción". 

Por su parte, Patricio del Corro, también diputado de la Ciudad del PTS en el Frente de Izquierda, afirmó: "Lo que se viene es un negociado con empresas de incineración, que atenta directamente contra la salud de los vecinos. Quiero señalar a todos los diputados que votaron este gran negociado junto al oficialismo: fueron quienes pertenecen a la Coalición Cívica y Sergio Abrevaya del partido de Stolbizer. Que se sepa porque, como denuncian las organizaciones ambientalistas, ’Quemar basura mata’ y además deja sin trabajo a miles". Para finalizar, agregó que "entre los impactos nocivos relevados priman distintos tipos de cáncer, malformaciones congénitas de recién nacidos, daños en el ADN y enfermedades respiratorias".

El PS también se opuso porque aseguró desconfiar de los controles, como indicó Roy Cortina, mientras que Sergio Abrevaya argumentó a favor porque consideró que "lo más riesgoso en cuanto a contaminación es el actual enterramiento de la basura y máxime si le enterramos al otro, en el Conurbano, cuando la Ciudad debe resolver qué hace con sus propios residuos”.

María Rosa Muiños, a su vez, coincidió en que “no podemos seguir enterrando la basura y menos en otro distrito”, ponderó que se haya modificado el proyecto original del Gobierno pero igualmente anunció el voto en contra del Bloque Peronista en desacuerdo con las soluciones propuestas. Depierro, en tanto, defendió su proyecto “alternativo” pero terminó adhiriendo al despacho de comisiones que tomó algunas de sus propuestas.

El texto definitivo de la norma votada terminó siendo actualizado en el recinto, al momento de la votación en particular y los cambios de último momento fueron en el sentido de reafirmar la continuidad del sistema de reciclado y separación y el control de posibles contaminaciones. Fuente legislatura y masquenoticias.com.ar