sábado, 4 de febrero de 2012

Se largan los carnavales porteños


sociedad


Durante los cuatro fines de semana de febrero y el lunes y martes de carnaval, que este año son los feriados nacionales del 20 y 21, en "33 corsos en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires habrá espectáculos de murga, grupos musicales, concurso de disfraces y agrupaciones de carnaval invitadas de la provincia de Buenos Aires. Serán 10 noches de festejo", precisó Elsa Calvo, titular de la comisión de Carnaval.

Destacó que desfilarán por los corsos alrededor de 110 murgas porteñas, "que están mejor preparadas, más bonitas y más enfocadas a ofrecer distintas estéticas", en tanto añadió que "este año también hay una mayor preocupación en la ornamentación de los corsos por parte de los organizadores".

Habrá corsos en los barrios del Abasto, Almagro, Bajo Flores, Bajo Nuñez, Balvanera, Barracas, Boedo, Coghlan, Colegiales, Flores, Liniers, Lugano, Mataderos, Monserrat, Palermo, Parque Avellaneda, Parque Patricios, Paternal, Piedrabuena, Pompeya, Saavedra, San Lorenzo, San Telmo, Villa Crespo, Villa Pueyrredón y Villa Urquiza.

Estos carnavales tienen la perspectiva de ser "una fiesta con mayor participación de los vecinos, que va a superar el millón y medio de personas que hubo el año pasado sumando las diez noches de carnaval y todos los corsos", acotó. En esta fiesta del dios Momo se calcula que este año habrá más de 15.000 artistas callejeros recorriendo los corsos barriales con el sonar del bombo con platillo, el baile alocado y el canto crítico y picaresco de las murgas.

Este festejo vuelve a reafirmar y profundizar la identidad del carnaval porteño, con su carácter barrial y su arte y alegría murguera, que son la mayor atracción del carnaval de Buenos Aires. En este sentido, Calvo destacó que el carnaval porteño "es el único del mundo que está descentralizado y organizado por el pueblo, murgueros y corseros", y enfatizó que "es un carnaval muy grande que abarca toda la ciudad", ya que se festeja en los barrios, donde viven los vecinos.

"El carnaval está más entre la gente, se perdió el miedo de festejar en la calle que dejó la dictadura y los murgueros están demostrando su capacidad de organización, y que son los mismos vecinos del barrio que salen a bailar", aseguró la coordinadora.