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Se concreta definitivamente en esta semana el traslado de las oficinas que funcionaban en la avenida Córdoba, entre Tacuarí y Esmeralda, en la Ciudad de Buenos Aires.
El Polo Científico Tecnológico se construyó para que ahí sean emplazadas las sedes del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y sus organismos dependientes: la Agencia Nacional de Promoción Científica Tecnológica (La Agencia) y, en una segunda etapa, el Conicet. El complejo está compuesto por tres sectores que identifican la parte administrativa, la generación de conocimientos y la difusión de la ciencia. Y como un símbolo de los lazos que tiende entre la ciencia y la sociedad, desde una plaza verde de acceso público abrirá las puertas de su restorán.
La segunda etapa de la obra comprende el edificio del Conicet, el museo interactivo y el auditorio, que se complementarán con un pulmón verde que abarcará 12,000 metros cuadrados, donde se prevé incluir un centro de Modelado y Visualización y otros institutos ligados a la Nanotecnología, la Biofisicoquímica, las Ciencias Exactas y Tecnológicas, entre otras disciplinas.
En el edificio blanco se ubican la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, administradora de los cuatro fondos promocionales que se ejecutan conforme a las políticas dictadas por la cartera científica. Son los que cubren la investigación científica y tecnológica, el tecnológico argentino, el fiduciario de promoción de la industria del software y el rgentino sectorial.
Y ahí funcionan los institutos internacionales interdisciplinarios para la innovación, además de Conicet y la delegación de la Sociedad alemana Max Planck.
Gabriel Troncoso, director de Infraestructura y Servicios Generales del Ministerio, explicó que los ejes bajo los cuales se pensó este polo pasan por preservar el valor arquitectónico y patrimonial del espacio recuperado, fomentar las relaciones con el resto del mundo en términos de innovación productiva en el cual, los institutos internacionales interdisciplinarios tendrán un rol fundamental y, en la creación de un modelo de arquitectura sustentable basada en la aislación térmica y la economía de recursos como el agua y la energía.
