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El encuentro se llevó a cabo el pasado viernes 13 de diciembre y contó con la participación de residentes de los barrios Bella Vista, Vía Honda, San Francisquito, Triángulo, Eucaliptal y Franchetti. Un promotor de la Agroindustria Urbana Social (AUS) del distrito tuvo a su cargo las explicaciones, que siguieron con atención los asistentes, para transformar los residuos orgánicos en un abono de alta calidad para múltiples usos
La Secretaría General municipal, a través del Centro Municipal Distrito Sur “Rosa Ziperovich”, informó que en la tarde del pasado viernes 13 de diciembre se realizó el segundo taller de la red de “Hogares Verdes”, organizado por el equipo del programa Educar para Convivir. En esta oportunidad, el eje de trabajo con los vecinos de la zona giró en torno a las posibilidades de transformación de residuos orgánicos domiciliarios a través del compostaje.
El encuentro de la sede del CMD Oeste, avenida Presidente Perón 4602, donde vecinas y vecinos de los barrios Bella Vista, Vía Honda, San Francisquito, Triángulo, Eucaliptal y Franchetti se acercaron con la idea de participar de un taller de compostaje, acompañados por cada uno de los miembros del programa Educar para Convivir que trabaja de manera conjunta en los distintos territorios.
La charla estuvo a cargo de Hernán, promotor de la Agroindustria Urbana Social (AUS) del Distrito Oeste, que se acercó desde el espacio de Agricultura Urbana ubicado a escasos metros del lugar, para compartir su experiencia sobre el cuidado del suelo y el medio ambiente a través de la producción de abono y la reducción del volumen de residuos.
El especialista comenzó la actividad compartiendo con los presentes material didáctico y un instructivo para aprender a hacer compostaje de manera sencilla desde el hogar. En este sentido, explicó que se trata de un proceso biológico llevado a cabo por microorganismos de tipo aeróbico (bajo condiciones de humedad, temperatura y aireación determinadas) que permiten la transformación de residuos orgánicos en un producto estable, que no ocasiona riesgos para la salud del suelo y las plantas.
De este proceso se obtiene como producto el abono orgánico o compost, constituido por materia orgánica estabilizada, con presencia de partículas más finas y oscuras. El abono es un producto inocuo y libre de sustancias tóxicas.
Con la muestra de bidones para compostar que se fabrican en el Centro Cultural El Obrador, el capacitador realizó una muestra frente al grupo de los materiales verdes y marrones que se pueden incorporar a la mezcla.
Durante el encuentro, explicó que el paso fundamental para empezar a compostar es separar los residuos de la cocina en el tacho de basura: pueden ser restos de frutas y verduras crudas o cocidas, cáscaras de huevos, saquitos de té, yerba, café, servilletas y rollos de papel. El paso siguiente –mencionó Hernán– es realizar el acopio en el jardín, balcón o algún espacio que haya en la casa para disponerlos después en la compostera (artefacto para colocar residuos orgánicos).
Un dato que destacó en varias oportunidades fue que cualquiera puede realizar compostaje en su casa, aún cuando no se tenga un patio o cuando éste sea de material. En algunos casos, el compost puede realizarse directamente sobre el suelo o en un pozo y puede ser de forma abierta tipo pila, semi-cerrada tipo cajones, o cerrada tipo tacho.
Luego –continuó– es importante manejar la compostera a lo largo de algunos meses y protegerla de la lluvia para evitar un exceso de humedad y la pérdida de nutrientes del abono. Así, después de tres o cuatro meses en época de verano se puede obtener el producto orgánico de manera sencilla.
