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Se estima que el correcto lavado de manos con agua y jabón evitaría cerca del 44% de las muertes causadas por enfermedades diarreicas y el 25% de las infecciones respiratorias agudas.
Un ámbito laboral limpio y saludable, va más allá del servicio de limpieza provisto por la empresa, lavarse las manos es una actividad importante que todo trabajador debería incorporar en su rutina. Se trata de un procedimiento sencillo y eficaz que previene enfermedades e intoxicaciones en trabajadores expuestos a diversos agentes contaminantes como, por ejemplo; químicos, pero también en empleados de oficina. Se estima que el correcto lavado de manos con agua y jabón evitaría cerca del 44% de las muertes causadas por enfermedades diarreicas y el 25% de las infecciones respiratorias agudas.
El lavado de manos regular no solo elimina la suciedad y las bacterias potencialmente dañinas de las propias manos, sino que beneficia a todos, ya que detiene la propagación de gérmenes. Debido a que las personas están muy cerca tan frecuentemente, aumentan las posibilidades de que puedan contagiarse. La propagación de gérmenes también es común porque las personas tocan y usan las mismas instalaciones y artículos. Al alentar el lavado regular de manos en el trabajo, podemos reducir la propagación de gérmenes y garantizar que más personas se mantengan saludables todo el año.
Recomendaciones para un adecuado lavado de manos
Sacar anillos, relojes, pulseras, etc.
Poner el agua a una temperatura cómoda y mojar las manos, las muñecas y antebrazos.
Aplicar una cantidad de jabón suficiente.
Fregar toda la superficie de la mano con una acción mecánica y vigorosa de rozamiento, cubriendo las manos con la espuma durante un mínimo de 10 segundos.
Lavar hasta la altura de las muñecas con movimientos de rotación y fricción, haciendo especial énfasis en los espacios entre los dedos y las uñas. Con los dedos de una mano frotar la palma de la otra, después frotar el dorso de la mano y enlazar los dedos rozando bien los espacios entre los dedos y, posteriormente frotar las puntas de los dedos de una mano con movimientos de rotación sobre la palma de la otra mano. Por último, se debe frotar también con movimientos de rotación los pulgares sobre la palma de la otra mano.
Enjuagar las manos bajo el chorro de agua con las puntas de los dedos hacia abajo.
Secar las manos con una toallita de papel de un solo uso o secadores de manos.
Es fundamental lavarse las manos antes de iniciar la jornada laboral, preparar el almuerzo o comer y utilizar el baño, pero también después de tocar material contaminado con secreciones (por ej. después de sonarse la nariz), tocar objetos potencialmente contaminados (por ej. cestos de basura) y utilizar el baño.
Asesoró la Dra. Gabriela Manonelles (MP 1969), médica neumonóloga, Coordinadora de la Sección Enfermedades Ocupacionales de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
