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El doble estándar y las respuestas inadecuadas de los Estados ante las crisis y manifestaciones de violencia debilitan el acceso a derechos en Argentina y el mundo
El Informe Anual de Amnistía Internacional en 2022 pone en evidencia el doble estándar que existe en materia de derechos humanos en todo el mundo, así como la inacción de la comunidad internacional.
La contundencia de Occidente en su respuesta a la agresión de Rusia contra Ucrania contrasta con la falta de medidas significativas ante las graves violaciones de derechos humanos que están cometiendo algunos de sus aliados.
Las mujeres y la libertad de protesta corren peligro ante la pasividad de los Estados a la hora de proteger y respetar estos derechos en su territorio.
Cuando se cumplen 75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos, Amnistía Internacional insiste en que se aplique un sistema global de respeto y garantía de derechos para todas las personas.
La invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022 desencadenó numerosos crímenes de guerra, generó una crisis energética y alimentaria mundial y alteró aún más el sistema multilateral, ya de por sí debilitado. También puso de manifiesto la hipocresía de los Estados occidentales que reaccionaron con contundencia a la agresión del Kremlin pero consienten violaciones graves de los derechos humanos en otros lugares. Así lo afirmó Amnistía Internacional al presentar su Informe anual 2022/23. La situación de los derechos humanos en el mundo.
El reporte analiza la situación de derechos humanos en 156 países, incluida Argentina cuyo capítulo extendido recorre las profundas consecuencias de las distintas violencias que afectaron especialmente a las poblaciones más vulnerables, entre ellas mujeres y niñas.
“El 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos debería marcar el rumbo a los Estados del reconocimiento de que todas las personas tienen derechos y libertades fundamentales. Sin embargo, pese a prometer prosperidad, seguridad, avances sociales y protección ambiental, los gobiernos dieron la espalda a las mujeres, las personas refugiadas y otros grupos históricamente vulnerados. En Argentina la impunidad y las injusticias son un patrón estructural en casos que recorren desde violencia de género hasta represión policial. Las autoridades deben adoptar medidas urgentes para mejorar estos índices", Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
