opinión
A través de un comunicado con la firma de Dora Martinez y Pablo Micheli la CTA Autónoma rechaza el acuerdo firmado en nombre de la mayoría de los trabajadores y
trabajadoras de la Argentina sin consulta alguna, el cual presupone a millones de compañeras y compañeros
en calidad de suspendidos, por lo que sus salarios serán reducidos en un 25% retroactivo al mes de abril
2020.
La posición es la siguiente: La cuarentena que disciplinadamente está llevando a cabo la inmensa mayoría del pueblo argentino
no puede ser utilizada para empeorar la calidad de vida de millones de trabajadores, trabajadoras y sus
familias.
El gobierno nacional dispuso una asistencia gratuita de gran escala al hacerse cargo del 50% del salario
de los trabajadores y trabajadoras de las empresas que soliciten el salvataje -con un máximo de $33.500- para
que esta situación no sucediera. Al día de hoy, 450.000 empresas solicitaron ese beneficio estatal.
Los trabajadores y trabajadoras no impulsamos todavía las paritarias correspondientes a este año en
mérito a la situación imprevista que nos sacude socialmente a pesar de sufrir el impacto de la inflación regular
que, a marzo 2020, alcanzó la cifra de 7,8% y cuyo componente central se debe a los aumentos de precios en la
canasta familiar sin controles efectivos, a estar abonando en forma fraccionada el aumento de luz y gas
correspondiente a los últimos aumentos prorrogado del año 2019 y a pagar los incrementos de los impuestos y
tasas provinciales y municipales en gran parte de nuestro país. Para mayores datos, el 61% de los
contribuyentes y usuarios abonaron todos los servicios sin siquiera contar con el universo de las bocas de pago
habituales.
Además, existen dos millones de trabajadores y trabajadoras que sufrimos el injusto e ilegítimo
impuesto al salario, en muchos casos, por trabajar en zonas inhóspitas, por desarrollar tareas de turno, por
cobrar antigüedad, por tener especialización o cargos de responsabilidad u otras formas de compensación
salarial acordadas.
Este esfuerzo conjunto no puede ser ensombrecido por acuerdos inconsultos que recientemente
fueron rechazados por trabajadores y trabajadoras, a quienes se les quiso aplicar una reducción similar.
Sin embargo, los bancos, los poseedores de grandes fortunas, las empresas que encabezaron el
ranking de utilidades en los últimos años no hacen un esfuerzo como el que se pretende exigir a los
trabajadores y trabajadoras.
Desde la CTA Autónoma sostenemos que esta pandemia ha desnudado la inutilidad de la riqueza en
pocas manos y la pobreza para las mayorías. Insistimos que existen actores económicos con espalda
suficiente para soportar esta crisis temporaria y no son, precisamente, los trabajadores, trabajadoras y sus
familias.
Desde la CTA Autónoma solicitamos discutir propuestas alternativas y establecer otras pautas de
equilibrio social y económico que permitan transitar esta crisis con nuevos parámetros de equidad y
solidaridad colectiva.