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Solo uno de cada seis países logrará alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 y lograr el acceso universal a una educación de calidad de aquí a 2030, si no se adoptan medidas adicionales, según un nuevo informe de la UNESCO. Además, se calcula que para el final de la década seguirá habiendo 84 millones de niños y jóvenes sin escolarizar.
Una semana después del llamamiento a la movilización lanzado por Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, en la Precumbre sobre la Transformación de la Educación celebrada en París, a la que asistieron más de 150 ministros, el nuevo informe de la UNESCO “Establecer compromisos: Puntos de referencia nacionales del ODS 4 para transformar la educación” viene a ser una nueva y cruda comprobación de la realidad para los líderes políticos y de la sociedad civil.
Según el informe, basado en datos facilitados por nueve de cada diez Estados Miembros de la Organización, los países prevén que el porcentaje de estudiantes que alcanzan las competencias básicas en lectura al final de la escuela primaria aumentará del 51% en 2015 al 67% en 2030. A pesar de este progreso, se estima que 300 millones de niños y jóvenes seguirán sin tener las competencias básicas en aritmética y alfabetización que necesitan para tener éxito en la vida.
Además, a pesar de la promesa de la finalización universal de la escuela secundaria, solo uno de cada seis países pretende cumplir este objetivo para 2030, y solo cuatro de cada diez jóvenes del África subsahariana terminarán la escuela secundaria. Los datos de los gobiernos muestran que, incluso si se cumplen los objetivos nacionales, estos son insuficientes: se calcula que habrá 84 millones de niños y jóvenes que no irán a la escuela a finales de la década.
Redoblar esfuerzos para satisfacer las necesidades
“La mayoría de los gobiernos han establecido puntos de referencia nacionales para avanzar hacia el objetivo crucial de la educación: es una señal de compromiso serio. Pero la comunidad internacional tiene ahora la responsabilidad de potenciar sus esfuerzos llenando las lagunas de datos restantes y dando prioridad a la financiación de la educación. Es la única manera de responder a las necesidades identificadas y crear un impacto verdaderamente transformador”, ha declarado Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO.
“La COVID-19 agravó la crisis educativa existente. De aquí a 2030, se prevé que demasiados niños se quedarán fuera de las aulas. Podemos y debemos hacerlo mejor. El liderazgo de la UNESCO es importante a la hora de apoyar a los gobiernos para que establezcan puntos de referencia en este momento crítico”, dijo David Sengeh, Ministro de Educación Básica y Secundaria Superior, y jefe de innovación del gobierno de Sierra Leona, y Presidente del Consejo Asesor del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo.
El informe pide que se refuerce la cooperación regional e internacional, de modo que cada país pueda inspirarse en sus pares para elaborar y aplicar soluciones. La UNESCO se compromete a facilitar este diálogo entre sus 193 Estados Miembros y seguirá aportando su experiencia para ayudar a mejorar el seguimiento y la presentación de informes de los países sobre las metas del ODS 4 a medida que nos acercamos a 2030.