tendencias
En tiempos de incertidumbre económica, la inestabilidad es la constante y en este marco, buscar alternativas para invertir y refugiarse, se vuelve una ardua y riesgosa tarea. Sin embargo, hay una opción que se mantiene a flote más allá de las coyunturas y es el real estate.
“Los bienes raíces son activos reales, concretos y comercializables, y por ello su valor es intrínseco”, resume e introduce Marcelo Marincovich, CEO de MJM Inversiones.
Su naturaleza tangible los diferencia de las inversiones financieras y lo dota de un diferencial único en momentos de incertidumbre económica.
Como reza la frase de Mark Twain, "compre tierra, ya no la hacen". Estas características basadas en lo tangible y duradero resultan bases sólidas para invertir en bienes raíces.
Si bien pueden atravesar períodos de alza y baja, alcistas e incluso burbujas y cimbronazos, históricamente se han recuperado una y otra vez. En este sentido, Marincovich expresa “estas inversiones deben verse como estrategias a medio y largo plazo”.
Will Rogers, autor de un libro insignia sobre el mercado de alquileres, lo define con esta frase: "No esperes para comprar bienes raíces: compra bienes raíces y espera". Los inversores que resisten la tentación de vender en momentos de crisis suelen ser recompensados en el largo plazo, advierte Rogers.
A nivel global, aproximadamente la mitad del ahorro mundial, cerca de 300 billones de dólares, está invertida en inmuebles, superando la suma de la inversión en renta fija y renta variable. Esta cifra representa aproximadamente 4 veces el valor del PIB mundial, según FundsPeople, una comunidad de referencia en Europa para profesionales de la inversión colectiva y gestión de activos.
Según datos de Bricksave Admin, en Estados Unidos la mayoría de las propiedades promocionadas en plataformas de crowdfunding ofrecen una ganancia anual prevista del 8% al 10% en alquileres. En comparación, el rendimiento de dividendos anual promedio del índice S & P 500 no ha superado el 3% desde la década de 1980.
Por qué Real Estate es siempre una buena inversión
Una de las ventajas más notables de invertir en real estate es la posibilidad de aprovechar la inversión. “A diferencia de otras alternativas, como la bolsa, donde, si uno tiene $10,000, generalmente solo le permiten comprar acciones por el mismo valor, en bienes raíces uno puede invertir una fracción del costo total y aún poseer la propiedad en su totalidad. Esto significa que yo puedo invertir el 10% del valor del activo y ser dueño de él, lo que aumenta su tasa de rendimiento a medida que, por ejemplo, pagó la hipoteca y experimentó la apreciación natural de la propiedad”, precisa el CEO de MJM Inversiones.
Una característica única de los bienes raíces es que se puede forzar la apreciación. Si bien los bienes inmuebles tienden a apreciarse naturalmente entre un 3% y un 5% anual, se puede aumentar esta tasa realizando renovaciones o reparaciones.
Además, invertir en bienes raíces ofrece la oportunidad de obtener ingresos regulares a través del alquiler. Este flujo de efectivo mensual complementa los retornos a largo plazo, lo que proporciona estabilidad financiera.
Antes, hoy y a futuro
La inversión en bienes raíces es una de las más antiguas, remontándonos a lo más remoto de la historia. Los mercados inmobiliarios, tal como los conocemos hoy, tienen su origen en Grecia y evolucionaron en Roma. Sin embargo, se puede asegurar que adquirieron su forma moderna -casas dedicadas exclusivamente a la compra y venta de inmuebles con agentes especializados en ello- hasta finales del siglo XVIII y principios del XIX, con todas sus fortalezas y debilidades.
Si bien ya en la Roma imperial, en ocasiones, había quien especulaba con la tierra o quien poseyendo información privilegiada, hacía grandes fortunas con la compra-venta de terrenos -como el famoso Craso, uno de los hombres más ricos de Roma-, será en el siglo XIX cuando ésto alcance niveles sin precedentes.
Es importante destacar que, al igual que en civilizaciones anteriores, en la Roma antigua, el poder económico y la influencia social se demostraban con la posesión de un buen lugar para vivir. La ubicación siempre ha sido un factor clave en la inversión inmobiliaria.
Sin embargo, esta extensa historia aún se está escribiendo y promete nuevos episodios.
Ser sostenible o no ser
La forma en que la corriente inversora en real estate sostenible gana terreno refleja la creciente preocupación por el medio ambiente y la necesidad de proyectos amigables con el planeta.
“Hoy hablamos de inversiones en real estate sostenible, es un nuevo paradigma que, con sus replanteos existenciales, se aceleró en la pandemia de coronavirus y llegó para instalarse”, reflexiona Marincovich.
Una de las claves para el éxito de estas iniciativas es la innovación en tecnologías y procesos de construcción. Empresas como CarbonCure, que utilizan CO2 reciclado en la producción de hormigón, demuestran cómo la innovación y la sustentabilidad pueden ir de la mano en el sector inmobiliario. Esto no solo reduce las emisiones de CO2, sino que también fortalece los materiales de construcción.
Según una encuesta de Deloitte, más del 80% de los encuestados considera que las prácticas de sostenibilidad influyen en las decisiones de arrendamiento de sus inquilinos. Además, los precios de venta de los edificios con certificación ecológica son aproximadamente entre un 7% y un 17% más altos que los de los edificios convencionales. Las viviendas con certificación LEED han crecido un 19% desde 2017, según Statista.
Tres Pinos Villa de Campo: un ejemplo concreto de inversión sostenible
“En el escenario y nuevo paradigma de la inversión sostenible en bienes raíces, nuestra propuesta "Tres Pinos Villa de Campo" se posiciona como un megaproyecto sustentable. Ofreciendo lotes de 1,000 m2 con financiación directa, este desarrollo se encuentra en General Rodríguez y se distingue por su compromiso con la sostenibilidad. Todo el desarrollo se alimenta de paneles solares para tener luz y agua caliente con termos también solares, biodigestores para el tratamiento de los líquidos cloacales, con la posibilidad de reutilizar el agua, fertilizada, para riego y pozos para el agua potable, termos solares para calentarla, etc”, explica y ejemplifica el CEO de MJM Inversiones.
“Nos encontramos ante una experiencia casi inédita en la historia del real estate argentino. Porque a la sostenibilidad económica, la autonomía energética y la armonía medioambiental se le agrega un costado que, si no entra en la noción de "inclusión social", como mínimo puede quedar catalogado como de neta ampliación hacia sectores, como los de la clase media, que tienen dificultades para acceder a la vivienda propia y mucho menos en entornos naturales placenteros y con "amenities", golf, deportes acuáticos, etcétera, que suelen ser exclusivos para un target de otro poder adquisitivo.
Nuestro proyecto, de esta manera, tiene claramente una visión que va más allá del beneficio propio: nos inspira la idea de que el aprovechamiento de las energías renovables puede cambiar la industria del real estate y proporcionar soluciones habitacionales a amplios sectores sociales”, completa el ejecutivo.
Mark Twain dijo que "quien se sale del negocio de bienes raíces, es porque no sabe lo que está haciendo". La inversión en bienes raíces, especialmente cuando es sostenible, es siempre una buena inversión y una apuesta ganadora al futuro en todo sentido.