economía
Asistimos al mayor cambio de comportamiento de los últimos años. Factores como la salud, la seguridad, la cercanía, la rápida disponibilidad del producto o su
precio priorizan los hábitos de consumo. Las marcas deben ser más empáticas y replantear su estrategia para adaptarse al nuevo
entorno.
Este año el aspecto emocional estará más que nunca detrás de las decisiones del consumidor.
El COVID-19 está dejando una huella profunda en sus hábitos, el mayor cambio en las últimas
décadas. Ha acelerado tendencias ya existentes, pero también ha fijado nuevas preferencias y
prioridades, según el informe Tendencias del Consumidor 2021 que ha publicado LLYC en IDEAS,
su centro de liderazgo de pensamiento. La consultora global de comunicación y asuntos
públicos concluye que este nuevo tablero y reglas del juego replantean su relación con las
marcas.
La empatía de las marcas será casi obligatoria para entender a este nuevo consumidor que lleva
casi un año inmerso en la tensión emocional de la pandemia, un ciudadano global que ha
reconectado con lo esencial y que perseguirá más que nunca la percepción de un hogar sano y
seguro, donde la salud mental ha dejado de ser un tabú.
La nueva forma de consumir confiere a la logística un papel protagonista. Ahora exigimos
disponibilidad inmediata pero también se camina hacia nuevos modelos de ciudad donde
priman la cercanía y el consumo local. La crisis económica provoca que se acentúe el concepto
de la asequibilidad. Además exige a las marcas una mayor responsabilidad. Las empresas se
están viendo obligadas a replantearse sus estrategias de retail y publicidad por el incremento
del teletrabajo y el ecommerce.
David González Natal, Socio y Director Senior del Área Engagement de LLYC, reconoce que
“radiografiar al consumidor nacido de la pandemia ha sido un reto, porque nunca habíamos
experimentado un cambio tan rápido de tendencias fruto de la adaptación al nuevo entorno. Es
una oportunidad para todos, pero las marcas necesitarán entender bien al ciudadano y
ponerse, más que nunca, en su piel y contexto si quieren tener éxito en sus propuestas”.
Para Alejandro Martínez, Director de Consumer Engagement de LLYC Buenos Aires, "estamos
en un momento de cuestionamiento de nuestras formas de pensar y de cómo nos manejamos
en los últimos años. Dicho de otra manera, la pandemia ha cambiado nuestros hábitos,
creencias, actitudes. Se están redefiniendo estilos de vida y será esencial para las marcas
comprender profundamente al nuevo consumidor, cambiante por completo”.
Estas son las 10 tendencias que marcarán al consumidor en 2021:
1. Emociones al poder
Subido a una montaña rusa desde el pasado marzo, el reinado de las emociones tendrá un
nuevo impulso a través del Internet of Behaviours. Este IoB puede convertirse en una gran
herramienta de marketing y ventas porque, además de brindar información sobre
comportamientos, permitirá predecir conductas e incluso emociones en momentos
determinados. Hacerlo sin perder la confianza de los consumidores será el gran reto.
2. Simple y menos
Hemos reconectado con lo esencial. Triunfarán el minimalismo y la simplificación, y las marcas
que apuesten por una oferta menor en su variedad pero más profunda en su significado.
Algunas ya proponen a los consumidores adquirir menos productos pero de mayor calidad.
3. Hablemos de salud mental
La conversación sobre las enfermedades mentales ha traspasado la barrera del tabú, e incluso
las marcas apelan a ellas para llegar al consumidor. Según la OMS, 450 millones de personas
sufren de un trastorno mental o de la conducta y alrededor de 1 millón se suicida cada año, y la
conmoción emocional generada por la pandemia solo lo agrava. Por eso hablar de la salud
mental, pero desde la responsabilidad como ya hacen muchas marcas, es una necesidad.
4. Hogar sano y seguro
Nunca imaginamos que pasaríamos tanto tiempo en casa. El siguiente reto de la arquitectura
sostenible y ecológica es poner de verdad en el centro el diseño del bienestar de las personas.
Ilustra este objetivo el WELL Building Standard™, que pretende ser un modelo para medir
características que apoyen y promuevan la combinación de confort y salud. El uso eficiente de
la tecnología en un hogar inteligente será otro de los enfoques clave.
5. Desincronización social
Nuestra nueva forma de vida tiene impacto directo en los tres ejes de trabajo, ocio y familia, y
exige una flexibilidad y un ejercicio de definición de límites personales y laborales. En esta
ecuación el consumidor es cada vez más exigente con la disponibilidad inmediata de su
compra. Por eso el ecommerce es la nueva piedra angular gracias a las garantías de seguridad
que ofrece, y convierte la distribución y la última milla en palancas estratégicas.
6. La asequibilidad manda
La sensación de incertidumbre asociada a la preocupación por la salud y las condiciones
económicas hace que las personas sean más conservadoras en la mayoría de sus decisiones:
los consumidores se lo piensan dos veces antes de gastar y son más propensos al ahorro. Por
eso, la asequibilidad vuelve a ser esencial para fidelizar al cliente.
7. La era de la creatividad
El día a día nos exige crear nuevas formas de estar y la tendencia es que esta forma de vida se
convierta en status quo. La pandemia ha acelerado a pasos agigantados la digitalización y
estamos asistiendo a profundos cambios a nivel económico y social que marcarán nuestra
generación. Las empresas e industrias necesitarán creatividad para mantenerse. Por eso 2021
exigirá una readaptación continua y el despertar de nuestro «yo» más creativo
8. Un nuevo modelo de ciudad
La pandemia ha conducido a redefinir nuevos estilos de vida en que el ser humano cambiará su
forma de desplazarse y de vivir en el entorno urbano, transformando así la experiencia de
consumo. El desafío es facilitar un rediseño de las ciudades que incluya actividades culturales,
actividades al aire libre y deportes.
9. Cultura de la cancelación
El aislamiento ha disparado el impacto cultural del Internet, dando paso a una nueva etapa para
el activismo social digital. La cultura de la cancelación no deja apenas margen de maniobra
frente a los juicios de opinión de los usuarios. Las marcas afrontan así una mayor
responsabilidad frente a sus acciones que los consumidores exigen en el mercado.
10. Support local
El consumo de cercanía revaloriza a los barrios como unidad de relación e incita a la compra
reflexiva, y está asociado a la sostenibilidad y a la generación de empleo. El reto de 2021 será
ver si la importancia que los consumidores han dado a los negocios locales se equilibra, a
medida que el mercado se normalice, con el crecimiento del ecommerce. En este escenario, los
grandes players deberán enfocar sus estrategias desde una perspectiva glocal real.