domingo, 4 de diciembre de 2022

Patrimonio inmaterial: la UNESCO inscribe 47 nuevos elementos


internacional

El Comité intergubernamental de la UNESCO de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, reunido en Rabat del 28 de noviembre al 3 de diciembre, inscribió 47 elementos presentados por 60 países en las Listas del patrimonio cultural inmaterial.

La UNESCO, como Organización de las Naciones Unidas a cargo de la cultura, asegura la salvaguardia y la transmisión del patrimonio cultural inmaterial, es decir, los conocimientos, artes y saberes tradicionales. En 2003 creó para ello un instrumento: la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, ratificada por 180 Estados. Esta Convención ya se ha traducido en la inscripción de más de 600 elementos en todo el mundo.

Las nuevas inscripciones

La 17ª reunión del Comité intergubernamental de salvaguardia de este patrimonio, se ha celebrado del 28 de noviembre al 3 de diciembre bajo la presidencia del Reino de Marruecos. Al término de los debates, los Estados Miembros del Comité procedieron a la inscripción de 47 nuevos elementos:

4 elementos en la Lista del patrimonio cultural inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia 39 elementos en la Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad 4 proyectos en el Registro de Buenas prácticas de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial.

Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, felicitó a “los Estados que hicieron las propuestas, los miembros del Comité por la calidad de sus debates, a Marruecos por su acogida y a los 180 Estados que dan vida a esta Convención de la UNESCO”, recordando que “este patrimonio vivo desempeña un papel esencial para acercar a los pueblos y hacer prosperar la paz en las mentes de los hombres”.

Un tercio de las nuevas inscripciones se refiere a prácticas relacionadas con la protección del medio ambiente: se trata a menudo de técnicas ancestrales de agricultura que buscan un uso sostenible de los recursos; se trata también de rituales y acontecimientos festivos que celebran la naturaleza. Estos elementos recuerdan que los saberes ancestrales también son determinantes para responder a nuevos desafíos de este siglo, tales como el cambio climático.