martes, 2 de julio de 2024

Nuevos liderazgos: cómo equilibrar el pensamiento crítico y la empatía


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En el mundo actual de las empresas, donde todo es más complejo, el cambio constante es una impronta necesaria para persistir en el mercado. La mitad de los colaboradores necesitaran capacitarse en los próximos cinco años, a medida que aumente la automatización que transforma los puestos de trabajo, ya que las empresas necesitan empleados con habilidades que vayan más allá del conocimiento técnico


Dentro de este marco, el Foro Económico Mundial, realizó un informe donde destacó una serie de habilidades que serán cada vez más requeridas en ámbitos laborales, siendo que el 44% de las habilidades de los trabajadores se verían afectadas en los próximos años.

Dentro de las habilidades que se van a requerir en el futuro se encuentra el pensamiento crítico y la resolución de problemas siendo esencial para el éxito en el ámbito laboral, permitiendo a los individuos analizar información de manera objetiva, identificar problemas de forma creativa y desarrollar soluciones innovadoras.

Su importancia no solo radica en los colaboradores dentro de una organización. Los puestos C-Levels deben estar conformados por varias habilidades, entre las que también se encuentra el pensamiento crítico, ya que contribuye a fomentar una cultura de aprendizaje continuo y crecimiento profesional dentro de la organización.

“En un informe que realizamos, se vio claramente que 8 de cada 10 ejecutivos vuelve central la experiencia del colaborador. Necesitan saber inspirar al equipo para que alcance su máximo potencial, liderar a partir de la empatía, desde el pensamiento y desde la diversidad, esas son las exigencias profesionales que el contexto actual demanda” comentan desde Integralis.

Pensamiento crítico: el futuro del liderazgo

El liderazgo efectivo requiere un delicado equilibrio entre pensamiento crítico y empatía. Esta combinación no solo optimiza la toma de decisiones, sino que también fortalece la cohesión del equipo y fomenta un entorno de trabajo más saludable y productivo.

El pensamiento crítico permite analizar la información de manera objetiva y tomar decisiones informadas. Según el artículo de Harvard Business Review, los líderes que piensan críticamente pueden identificar problemas subyacentes, evaluar riesgos y oportunidades y diseñar estrategias efectivas que alineen los objetivos de la organización con las realidades del mercado.

Y una de las ventajas más significativas del pensamiento crítico es la toma de decisiones basada en datos. Los líderes con esta capacidad son capaces de discernir entre información relevante e irrelevante, lo que les permite hacer elecciones que beneficien a la organización a largo plazo. La capacidad de desglosar situaciones complejas en sus componentes básicos y evaluarlos de manera integral es necesaria en un entorno empresarial donde la competencia y las expectativas de los clientes están en constante evolución.

Al desarrollar habilidades de pensamiento crítico, puede prevenir el avance de la información errónea, convertirse en una fuente confiable dentro de su red e industria, y obtener acceso a interesantes oportunidades profesionales, incluidas promociones.

Pero no todo es pensamiento crítico y solución de problemas, la empatía también es crucial para la gestión del bienestar emocional de los empleados. En un entorno laboral donde el estrés y la presión son inevitables, los líderes empáticos pueden identificar señales de agotamiento y tomar medidas para apoyar a su equipo. Esto no solo mejora la satisfacción y la retención de los empleados, sino que también contribuye a una mayor productividad y creatividad.

El desafío para los líderes contemporáneos es integrar el pensamiento crítico y la empatía de manera que se complementen y refuercen mutuamente. El equilibrio permite a los líderes ser eficientes y efectivos sin perder de vista la humanidad de sus equipos.

Las organizaciones deben fomentar una cultura que valore y desarrolle tanto el pensamiento crítico como la empatía. Esto incluye la capacitación continua, el mentoring y la creación de espacios para la reflexión y el diálogo abierto. Al hacerlo, las empresas no solo mejoran su capacidad para enfrentar desafíos complejos, sino que crean un entorno de trabajo más inclusivo.

“Los desafíos profesionales de los líderes dan cuenta de la importancia y predominio de un liderazgo basado en las personas, donde las soft skills se imponen como exigencias al liderazgo” afirman desde la consultora.

El liderazgo de este siglo requiere una combinación equilibrada de pensamiento crítico y empatía. Los líderes que pueden navegar la complejidad del entorno empresarial con una perspectiva analítica y, al mismo tiempo, entender y responder a las necesidades emocionales de su equipo, estarán mejor preparados para llevar a sus organizaciones hacia el éxito sostenido.