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Los suelos de montaña son los cimientos más frágiles del ecosistema pero proporcionan agua a más de la mitad de la población mundial, destaca una nueva publicación de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El libro, dado a conocer hoy, ofrece una guía técnica sobre la gestión de esos recursos que sirven de sustento a muchas poblaciones, incluido el cultivo de la quinoa en los Andes.
El objetivo del documento es promover su gestión sostenible para ayudar a las comunidades que viven en las montañas, a menudo entre las más marginadas y excluidas de las políticas públicas y programas de desarrollo.
La FAO advirtió que los suelos de montaña son particularmente susceptibles al cambio climático, la deforestación y las prácticas agrícolas no sostenibles, que a su vez provocan degradación de la tierra, desertificación y desastres como inundaciones y deslizamientos de terrenos.