miércoles, 27 de septiembre de 2023

La importancia del Patrimonio Mundial en la protección de la biodiversidad


internacional

Los sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO albergan más del 20% de la riqueza mundial de especies cartografiadas en tan solo el 1% de la superficie de la Tierra.


Salvaguardar estos focos de biodiversidad es fundamental para cumplir con el Marco Mundial para la Biodiversidad de Kumming-Montreal. La UNESCO llama a los Estados Partes en la Convención del Patrimonio Mundial a aumentar la inversión en la conservación de los sitios y a presentar candidaturas de inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial de todos los sitios claves para la conservación de la biodiversidad.

“Este estudio demuestra la relevancia de los sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO en la protección de la biodiversidad. Esos 1.157 sitios no solo son excepcionales histórica y culturalmente, también son esenciales para preservar la diversidad de la vida en la Tierra, mantener los servicios esenciales de los ecosistemas y hacer frente a los trastornos climáticos”, declaró Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO.

La primera evaluación de la UNESCO y la UICN sobre el estado y las tendencias de las especies en sitios del Patrimonio Mundial revela que éstos representan menos del 1% de la superficie de la Tierra y, sin embargo, albergan más del 20% de la riqueza mundial de especies cartografiadas, entre ellas más de 75.000 especies de plantas, incluidos árboles, y más de 30.000 especies de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios. Estos lugares sirven como formidables observatorios naturales para el avance del conocimiento científico gracias a la concentración de más de la mitad de todas las especies de mamíferos, aves y corales duros del mundo. También son una fuente inagotable de inspiración para nuevas iniciativas de protección del medio ambiente.

La última línea de defensa contra la extinción

La Convención del Patrimonio Mundial confiere el máximo nivel de protección internacional a algunos de los lugares más significativos para la conservación de la biodiversidad del mundo. Se calcula que estos lugares protegen a más de 20.000 especies amenazadas, entre ellas hasta un tercio de todos los elefantes, tigres y pandas, y al menos una décima parte de los grandes simios, leones y rinocerontes. Para algunas especies al borde de la extinción, los sitios del Patrimonio Mundial se han convertido en la última línea de defensa. En ellos viven todos los rinocerontes de Java, las vaquitas marinas (el cetáceo más pequeño del mundo) y las iguanas rosadas que quedan, así como más de la mitad de los rinocerontes de Sumatra, los orangutanes de Sumatra y los gorilas de montaña.

La Convención del Patrimonio Mundial permite iniciativas coordinadas con todas las partes interesadas: poblaciones locales, autoridades nacionales y regionales, organizaciones internacionales, entre otros, lo que ha dado lugar a numerosos éxitos en materia de conservación. Por ejemplo, las acciones emprendidas en el Parque Nacional de Kaziranga (India) y el Parque Nacional de Chitwan (Nepal) desde su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO a mediados de la década de 1980 han permitido duplicar con creces la población de rinocerontes indios (Rhinoceros unicornis), hasta alcanzar unos 4.000 ejemplares.

La humanidad y la biodiversidad están profundamente entrelazadas

Los beneficios que aporta la biodiversidad son innumerables y constituyen la base de nuestra relación con la naturaleza. La variedad de ecosistemas de los sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO mantiene importantes servicios ambientales para las personas, como la protección de los recursos hídricos, y proporciona puestos de trabajo e ingresos mediante actividades sostenibles. Los sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO también son decisivos para reforzar aún más el vínculo entre naturaleza y cultura, ya que muchos sitios culturales, incluidos los situados en zonas urbanas, también pueden proteger una importante biodiversidad y son un aliado en los esfuerzos por detener la pérdida de naturaleza.