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La gripe, además de aumentar 8 veces el riesgo de padecer neumonía, puede aumentar hasta 8 veces el riesgo de padecer un AVC y hasta 10 veces el riesgo de un infarto.
Comenzó recientemente la Campaña Nacional de Vacunación Antigripal en nuestro país, una acción sumamente importante para toda la población por tratarse de la forma más eficaz para prevenir la influenza y sus complicaciones potencialmente graves. Si bien las vacunas contra la gripe estacional se han utilizado rutinariamente durante muchas décadas, el virus de la influenza sigue siendo una amenaza global, causando una alta morbilidad y mortalidad cada año.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las epidemias anuales de gripe causan de 3 a 5 millones de casos graves y 290.000 a 650.000 muertes en el mundo. La mejor manera de reducir el riesgo de contraer la gripe estacional y reducir sus complicaciones potencialmente graves es vacunarse anualmente.
Si bien existen grupos prioritarios que tienen mayor riesgo de presentar complicaciones graves por gripe, toda la población a partir de los 6 meses de edad puede vacunarse contra la gripe para estar protegida. La gripe, además de aumentar 8 veces el riesgo de padecer neumonía y hasta 10 veces el riesgo de un infarto.
El grupo de mayores de 65 años, constituye a nivel global hasta un 70% de los pacientes hospitalizados por gripe anualmente y el riesgo de fallecimiento puede ser hasta 12 veces mayor en personas con afecciones pulmonares crónicas.
¿Qué sucede con las personas mayores?
Con los años el sistema inmunológico va envejeciendo y existe una mayor sensibilidad a las infecciones, además de una respuesta de los anticuerpos más débil después de la vacunación. Esto último significa que, a mayor edad, la respuesta inmune a la vacunación contra la influenza puede verse afectada, por ese motivo es importante contar con vacunas desarrolladas específicamente para la población de mayores de 65 años.
“Vacunas específicas para la población de más 65 años y que ya se consiguen en nuestro país, han demostrado mayor efectividad en esta población. En relación a una dosis estándar, este tipo de vacunas han probado generar una reducción adicional de hospitalizaciones por neumonía y una reducción adicional de hospitalizaciones por eventos cardiorrespiratorios.”, explica la Dra. Laura Pulido (MN 127115), Coordinadora de la Sección de Enfermedades Infecciosas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
Estas vacunas se utilizan en Estados Unidos y Europa desde hace más de 15 años. “Si bien los adultos mayores tienen más posibilidades de enfermar de influenza y presentar complicaciones, es recomendable que otros grupos de riesgo y la población en general también se vacunen. De esa manera se reducen en todos los casos las probabilidades de mortalidad, hospitalización y, en caso de hospitalización, el tiempo que se permanece internado.”, finaliza la Dra. Pulido.
Cabe recordar que hay varias razones por las que hay que vacunarse contra la gripe cada año: los virus de la gripe pueden cambiar de un año a otro, por lo que la vacuna se actualiza para proteger contra las cepas del virus de la influenza que se espera que circulen. Asimismo, la protección proporcionada por la vacuna contra la gripe que recibió una persona en el año anterior disminuirá con el tiempo y puede ser demasiado baja para prevenir la enfermedad de la influenza en la temporada de gripe del próximo año.
La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria recomienda vacunarse contra la gripe, así como también contra otros patógenos respiratorios como el COVID-19 y el neumococo. En el caso de los mayores de 65 años, la recomendación es utilizar preferentemente vacunas específicas para esta población, como lo son la vacuna trivalente adyuvantada o la tetravalente de alta dosis.