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La Legislatura de la Ciudad inauguró la muestra “Tatuajes Sanadores” de la Fundación Mandinga Tattoo, que exhibe imágenes de mujeres que sufrieron lesiones violentas en su cuerpo y fueron tapadas con el arte de los tatuajes.
En el marco de un nuevo aniversario de “Ni una menos”, la Legislatura porteña abrió sus puertas para exponer en el Hall de la planta baja una colección de imágenes que reflejan cómo el arte del tatuaje pudo generar un cambio de vida en víctimas de violencia de género gracias a los tatuajes realizados por el equipo de Mandinga Tattoo, que lograron tapar cirugías, quemaduras y otras marcas en la piel. La galería de fotos quedará abierta para la vista de los vecinos de la Ciudad hasta el viernes 7 de junio.
El vicepresidente primero de la Legislatura, Matías López, encabezó la inauguración de la muestra, junto a Diego Startopoli, director de la Fundación Mandinga. Durante el encuentro, López destacó “el trabajo que la Fundación Mandinga Tattoo viene haciendo hace muchos años de acompañar a las mujeres en estos procesos de violencia” y afirmó que el trabajo que realizan busca “convertir el horror y el dolor en arte” para “sanar de alguna manera el alma”. Por su parte, la diputada María Sol Méndez, presidenta de la Comisión de Mujeres, Género y Diversidad, destacó que “estamos todos muy contentos de poder tener esta muestra, recordando aquel 3 de junio del 2015” y reflexionó que aquel “asesinato de Chiara Páez, una adolescente de 14 años que estaba embarazada y que fue enterrada en el patio de quien había sido su novio y la había asesinado, nos interpeló a todas”.
El director de la fundación, Diego Staropoli, manifestó que “cuando llegan a Mandinga, lo primero que les pregunto es ‘¿estás dispuesta a que te cambiemos la vida?’. Esos tatuajes yo los bauticé como ‘Tatuajes Sanadores’ porque sin duda son tatuajes que sanan el alma. Estamos siempre dispuestos y con las puertas abiertas para que al menos podamos cambiar un poquito la vida de esa mujer que nos tocó intervenir”.
Para finalizar, impactó el testimonio de Yanina Maidana, quien sufrió quemaduras en el 40% de su cuerpo a sus 23 años, tras ser víctima de violencia por parte de su pareja en 2010. Luego de 28 días en coma, con asistencia respiratoria, 37 cirugías, un ACV e insuficiencia renal, pudo conocer a Diego Staropoli y su equipo en Mandinga. “Lo conocí por otra chica que también estaba internada junto conmigo” explicó Yanina y afirmó que “antes no me miraba, andaba con remera manga larga en mi propia casa y cuando Diego me hizo este tatuaje me cambió la vida de verdad. Hasta la seguridad de poder estar hablando” y resumió que luego del trabajo de Mandinga Tattoo “querés de vuelta tu cuerpo”. Legislatura