miércoles, 10 de diciembre de 2025

El Papa encomendó a la Virgen Inmaculada que vele por la humanidad


internacional

Continuando una tradición de décadas Papa León rezó al pie de la columna de 12 metros sobre la cual se coloca la figura de la Virgen María en la Plaza España de Roma.


El papa León XIV se dirigió este 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, desde el Vaticano a la plaza España, para continuar con una tradición iniciada por el papa Pío XII. El Santo Padre rezó ante María y depositó una corona de flores. Previamente, durante el rezo de Ángelus desde la ventana del Palacio apostólico invitó a los fieles a imitar el 'sí' de María para acoger a Cristo en sus vidas.

Al dirigirse a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro, el pontífice recordó: "El 'sí' de la Madre del Señor es bello, pero también puede serlo el nuestro, renovado cada día con fidelidad, con gratitud, humildad y perseverancia, en la oración y en los gestos concretos de amor, desde los gestos más extraordinarios hasta los esfuerzos y servicios más cotidianos y ordinarios", subrayó el Papa. "De este modo, Cristo podrá ser conocido, acogido y amado en todas partes, y la salvación podrá llegar a todos".

La libertad para aceptar lo que Dios nos da

El Santo Padre destacó cómo el Señor concedió a la Virgen María "la gracia extraordinaria de un corazón completamente puro" ante la llegada de Cristo. Cuando el ángel Gabriel la saludó diciendo: "Dios te salve, llena de gracia: el Señor está contigo", ella descubrió y acogió su misión "con el asombro propio de los humildes", continuó el Papa.

"Con fe ella respondió con su 'sí': 'He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra'", explicó el Papa y destacó cómo esta gracia pudo fructificar en María "porque ella, en su libertad, la acogió, abrazando el plan de Dios". "El Señor siempre actúa así: nos da grandes dones, pero nos deja libres para aceptarlos o no", insistió.

El Obispo de Roma explicó que, así como María, "por medio de una gracia especial", pudo acoger a Cristo en sí misma y luego llevarlo a los demás, también el sacramento del Bautismo permite a Jesús "vivir en nosotros y nos permite vivir unidos a Él, para cooperar en la Iglesia, cada uno según su condición, a la transformación del mundo".

Por la tarde del domingo 8 de diciembre, León XIV se dirigió a la plaza España para continuar con una tradición de décadas.

Cien años después de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, el papa Pío XII inició la tradición de enviar flores a la estatua de la Santísima Virgen María en la Plaza España. Unos años más tarde, en 1958, el papa san Juan XXIII acudió a ese lugar y depositó una cesta de rosas blancas a los pies de la estatua.