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Tras la adopción por la Asamblea General de las Naciones Unidas de la Resolución titulada “Agresión contra Ucrania”, y a la luz de la devastadora escalada de violencia, la UNESCO está profundamente preocupada por los acontecimientos en Ucrania y está trabajando para evaluar los daños en todas sus esferas de competencia (en particular, la educación, la cultura, el patrimonio y la información) y poner en marcha acciones de apoyo de emergencia.
La resolución de la AGNU reafirma la importancia primordial de la Carta de las Naciones Unidas y el compromiso con la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas, y exige "que la Federación de Rusia ponga fin de inmediato al uso de la fuerza contra Ucrania".
La Directora General, Audrey Azoulay, coincide plenamente con las palabras de apertura del Secretario General en la Sesión Especial de la Asamblea General, durante la cual dijo que “esta escalada de violencia –que está provocando la muerte de civiles, incluidos niños– es totalmente inaceptable”.
Pide que se “proteja el patrimonio cultural ucraniano, que es testigo de la rica historia del país, e incluye sus siete sitios del Patrimonio Mundial -en particular los situados en Leópolis y Kiev-; las ciudades de Odessa y Járkov, miembros de la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO; sus archivos nacionales, algunos de los cuales figuran en el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO; y sus sitios que conmemoran la tragedia del Holocausto”.
“Debemos salvaguardar este patrimonio cultural, como testimonio del pasado pero también como vector de paz para el futuro, que la comunidad internacional tiene el deber de proteger y preservar para las generaciones futuras. Para proteger el futuro, también las instituciones educativas deben ser consideradas santuarios”.
En consonancia con su mandato, la UNESCO exige el cese inmediato de los ataques contra instalaciones civiles, como escuelas, universidades, lugares conmemorativos e infraestructuras culturales y de comunicación, y deplora las víctimas civiles, entre ellas estudiantes, profesores, artistas, científicos y periodistas. Entre ellos se encuentran las mujeres y los niños, especialmente las niñas, desproporcionadamente afectados por el conflicto y los desplazamientos.
En el ámbito de la educación, la Resolución 2601 adoptada en 2021 por el Consejo de Seguridad de la ONU establece que los Estados Miembros de la ONU deben “prevenir los ataques y las amenazas de ataques contra las escuelas, y garantizar la protección de las escuelas y la población civil vinculada a las escuelas, como niños y personal docente, durante los conflictos armados, así como en las etapas postconflicto”. La Resolución de la Asamblea General del 2 de marzo expresa su grave preocupación por los informes de ataques contra instalaciones civiles, incluidas las escuelas. A este respecto, la UNESCO condena enérgicamente los ataques contra las instalaciones educativas, que han dañado al menos siete instituciones en la última semana, incluido el ataque del 2 de marzo contra la Universidad Nacional de Karazin en Járkov.
El cierre de escuelas e instalaciones educativas en todo el país ha afectado a toda la población en edad escolar: 6 millones de estudiantes de entre 3 y 17 años, y más de 1,5 millones matriculados en instituciones de enseñanza superior. La escalada de violencia dificulta la función protectora de la educación, y las repercusiones pueden ser de gran alcance, incluso en los países vecinos.
En el ámbito de la cultura, la UNESCO subraya las obligaciones que impone el derecho internacional humanitario, en particular la Convención de La Haya para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado de 1954 y sus dos Protocolos (1954 y 1999), de abstenerse de infligir daños a los bienes culturales, y condena todos los ataques y daños al patrimonio cultural en todas sus formas en Ucrania. La UNESCO pide también la plena aplicación de la Resolución 2347 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
A este respecto, la UNESCO está gravemente preocupada por los daños sufridos por la ciudad de Járkov, Ciudad Creativa de la Música de la UNESCO, y el centro histórico de Chernihiv, incluido en la lista indicativa del Patrimonio Mundial de Ucrania. La UNESCO lamenta profundamente las informaciones sobre los daños sufridos por las obras de la célebre artista ucraniana Maria Primachenko, a cuyo aniversario se asoció la UNESCO en 2009.
La UNESCO condena también el atentado que afectó al memorial del Holocausto de Babyn Yar, lugar de uno de los mayores fusilamientos masivos de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, y pide que se respeten los sitios históricos, cuyo valor para la educación y la memoria es insustituible.
Para prevenir los ataques, la UNESCO, en estrecha coordinación con las autoridades ucranianas, está trabajando para señalizar lo antes posible los principales monumentos y sitios históricos de toda Ucrania con el emblema distintivo de la Convención de La Haya de 1954, una señal reconocida internacionalmente para la protección del patrimonio cultural en caso de conflicto armado. Además, la UNESCO se ha puesto en contacto con las autoridades ucranianas para organizar una reunión con los directores de museos de todo el país para ayudarles a responder a las necesidades urgentes de salvaguardia de las colecciones de los museos y de los bienes culturales. En cooperación con UNITAR/UNOSAT, la UNESCO hará un seguimiento de los daños sufridos por los sitios culturales mediante el análisis de imágenes por satélite.
En el ámbito del acceso a la información y la libertad de expresión, la UNESCO recuerda su anterior declaración en la que subrayaba la obligación, en virtud de la Resolución 2222 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de proteger a los profesionales de los medios de comunicación y al personal asociado. Señala además, como en la misma resolución, que “equipos y las instalaciones de los medios de comunicación constituyen bienes de carácter civil y, como tales, no podrán ser objeto de ataques ni represalias, a menos que sean objetivos militares;”.
A este respecto, la UNESCO está profundamente preocupada por los informes sobre los ataques a la infraestructura de los medios de comunicación, incluido el bombardeo de la principal torre de televisión de Kiev el 1 de marzo de 2022, con múltiples víctimas mortales, entre ellas al menos un trabajador de los medios de comunicación, así como por los casos de violencia contra periodistas y los intentos de restringir el acceso a Internet.
En una situación de conflicto, los medios de comunicación libres e independientes son fundamentales para garantizar el acceso de los civiles a información que puede salvarles la vida y para desmentir la desinformación y los rumores.
A petición de un grupo de Estados Miembros, el Consejo Ejecutivo de la UNESCO celebrará el 15 de marzo una sesión extraordinaria “para examinar el impacto y las consecuencias de la actual situación en Ucrania en todos los aspectos del mandato de la UNESCO”.