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La situación provocada por el COVID generó un retroceso en la lucha contra la Tuberculosis. Los diagnósticos disminuyeron y las muertes, en 2020, aumentaron después de más de una década de continuo descenso.
El último el informe global sobre Tuberculosis de la OMS (Organización Mundial de la Salud) muestra que la pandemia de COVID-19 provocó un retroceso en la lucha contra esta enfermedad. Los diagnósticos disminuyeron y las muertes, en 2020, aumentaron después de más de una década de continuo descenso, debido a que acceder al diagnóstico y tratamiento se tornó más complicado.
En Argentina también se observó una significativa disminución del 15% de los casos diagnosticados, lo que hace esperable para los próximos años un aumento de los mismos. Se debe tener en cuenta, que niños y adolescentes son una población particularmente vulnerable, y muchas veces olvidada, pero en los últimos años se ha reconocido la importancia de este grupo etario en la lucha contra la enfermedad.
La tuberculosis es prevenible y curable, y si bien es más frecuente en los pulmones, puede presentarse en todo el organismo (cerebro, riñón, huesos, etc.). Sus manifestaciones dependen de la inmunidad por lo que es sumamente importante hacer una consulta con profesionales de la salud ante síntomas persistentes de tos, fiebre y pérdida de peso.
Cuanto antes se diagnostique la Tuberculosis más rápido el paciente dejará de contagiar. Alrededor del 85% de los casos se curan con un tratamiento de 6 meses, que en la Argentina es gratuito. Cuando los tratamientos no se terminan o no se realizan correctamente, se corre el riesgo de provocar resistencia a los medicamentos, generando formas más difíciles, más largas y más costosas de tratar.
Hasta la llegada de la pandemia por COVID, la tuberculosis era la enfermedad infecciosa que más muertes ocasionaba en el mundo. La pandemia mostró que cuando se invierte, tanto en investigación como en recursos humanos y técnicos, los resultados se ven rápidamente ya que, en dos años, existe un tratamiento y varias vacunas. Nada nos impide lograr lo mismo para acabar con la tuberculosis.
Con el objetivo de concientizar sobre las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la tuberculosis, cada año, el 24 de marzo se conmemora el “Día Mundial de la Tuberculosis”. La fecha marca el día en que en 1882 el Dr. Robert Koch anunció el descubrimiento del bacilo causante de tuberculosis, dándonos la primera herramienta para combatirlo.
Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria se acompaña el lema de la OMS: "Invitamos a poner fin a la TB. Salvemos vidas", y se destaca la importancia de promover la enfermedad para mejorar el diagnostico, el tratamiento y la curación de millones de personas alrededor del mundo.
Asesoró la Dra. Laura Lagrutta (MN 98097). Neumonóloga. Coordinadora de la Sección Tuberculosis de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR)