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El accidente sucedido este jueves en un departamento en el barrio de Recoleta en C.A.B.A. encendió las alarmas sobre la falta de regulaciones de las baterías de litio.
En nuestro país, el 40% de los incendios se generan por problemas eléctricos y el 14% de las muertes anuales suceden por accidentes relacionados al uso de la electricidad. La electricidad es una fuente vital de energía para la sociedad que permitió el desarrollo de avances tecnológicos que hoy forman parte de nuestra vida diaria. Tablets, laptops, smartphones, son dispositivos comunes que se encuentran en gran parte de los hogares. Las baterías pueden ser de distintos materiales, pero en el último tiempo se extendió el uso del litio por la capacidad de autonomía que permite.
El peritaje del incendio de Recoleta, donde murieron cinco personas, confirmó que el fuego se originó por la explosión de una batería de litio de un monopatín. Si bien el uso de artefactos eléctricos requiere de ciertos recaudos también son necesarios controles de calidad que garanticen la seguridad para los usuarios, algo que no existe sobre las baterías de litio todavía.
Existe una equivalencia entre la problemática de seguridad eléctrica y las baterías, en ambos casos la baja calidad y la falta absoluta de controles implican un peligro potencial. CADIEEL junto con el INTI y ADIMRA (CETEM) impulsaron la creación del Centro Nacional de Baterías de Litio (CENBLIT) para que, mediante la obtención de un Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC) se constituya en el primer laboratorio capaz de ensayar baterías de litio de Argentina y quizás de la región.
Al respecto, Guillermo Freund, Presidente de la Comisión de Electrónica de CADIEEL y Presidente de CETEM, expresó: “Permanentemente vemos equipos que tienen fallas, baja calidad y que no pasaron por ningún control que evalúe la construcción de la batería ni su correcto funcionamiento. Esto suele estar motivado por la presión sobre los costos y la ausencia de normas. Desde CADIEEL, ADIMRA y el INTI estamos trabajando en la formulación de normas que regulen y controlen las baterías que llegan a los consumidores finales”.
La seguridad eléctrica es fundamental para proteger y preservar la vida y los bienes de las personas y este es un compromiso permanente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL). Entre sus diferentes actividades, la Cámara participa en los comités técnicos para la confección de normas IRAM para el sector electrotécnico. Estas normas se traducen en una certificación que los productos reciben tras pasar por distintos ensayos para determinar que su uso no presente peligros para los usuarios. A su vez, funcionan como una garantía de confianza y seguridad para los consumidores.
Si la información sobre seguridad eléctrica estuviera más extendida en la sociedad y el Estado se involucrara más activamente en los controles de calidad, se podrían evitar muchos accidentes que no solo provocan daños materiales sino que comprometen la vida y la seguridad de las personas. El camino es largo y mientras tanto los riesgos son grandes.