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Un grupo de activistas indígenas peruanos han reivindicado la utilidad de sus conocimientos ancestrales en la conferencia de la ONU sobre cambio climático (COP23) que se celebra en Bonn, Alemania.
“No queremos que la gente hable solo de cambio climático, sino de catástrofe climática”, dijo Roberto Espinoza, de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), en una conferencia de prensa. “¿Qué podemos hacer? Hay alternativas, especialmente de los pueblos indígenas y de la sabiduría de las mujeres indígenas”.
Una de ellas es Rosalía Yampis, directora del programa de mujeres en esa asociación, que también resaltó el papel “muy importante” que ellas pueden tener en la adaptación al clima gracias a su conocimiento sobre las semillas que hay que sembrar.
“El agua, la sequía, el aumento de inundaciones, el calentamiento, todo eso que se está ocasionando es por las empresas que vienen depredando nuestros bosques. Las mujeres tenemos una propuesta de recuperar las semillas ancestrales que teníamos para poder asegurar nuestros alimentos”, explica en una entrevista con Noticias ONU.
En Perú hay unos 13 millones de indígenas y según AIDESEP “está ampliamente demostrado que sus territorios son fundamentales para la conservación de los bosques”. En esas tierras, “la deforestación es mínima, incluso menos que en áreas protegidas”.
La deforestación también conlleva que haya menos agua disponible. “Así que estamos sembrando agua, incluso aunque suene raro, con unas plantas que los indígenas saben que pueden mejorar el ciclo subterráneo del agua”, dice Roberto Espinoza.
Jammek Manikusi, miembro de AIDESEP, explica que las plantas foráneas como el pino y el eucalipto “tienen impacto en el suelo”. “Necesitamos una reforestación a partir de la sabiduría sobre la naturaleza de nuestros pueblos, con métodos más apropiados y mejor adaptados a la regeneración natural de los suelos del Amazonas”. Naciones Unidas