política
Para Jorge Altamira, referente del Partido Obrero y del Frente de Izquierda, la muy publicitada crisis desatada en el Unen es una expresión de la inviabilidad del progresismo, en momentos en que la agenda del conjunto de la burguesía es el ajuste a costa de los trabajadores y el pedido de un rescate financiero internacional. “El progresismo ha fracasado – escribió Altamira. Los dirigentes de la UCR, Sanz, Aguad y otros apoyan la orientación de Massa, Kicillof, Blejer y Marangoni del grupo de Scioli, de que hay que buscar un rescate financiero internacional. No están preocupados por el progresismo”.
En un análisis más abarcativo del cuadro político, Altamira destacó que la crisis del campo opositor no responde sólo a contradicciones internas, sino a la presión que ejerce la apuesta por el sciolismo, por parte un amplio sector de los capitalistas, que recluta a los barones del Conurbano y a la burocracia sindical para proceder a un desmantelamiento ‘ordenado’ del kirchnerismo, y por sobre todo a evitar un desmadre de la crisis económica y política.
Altamira hace un paralelo entre el desmantelamiento del kirchnerismo y los avatares de progresismo. “Al desmantelamiento del kirchnerismo le corresponde, en el campo opositor, una tentativa de desmantelamiento del progresismo y de la UCR. Esto se ve reflejado en que Massa y Macri hacen ofertas de copamiento a un conglomerado de fuerzas que tiene mucho mayor asentamiento que ellos en la geografía política nacional”. Altamira traza otro paralelo: el hundimiento del progresismo viene desde el Frepaso, que acab&oac! ute; adoptando la agenda de convertibilidad de Cavallo en la trayectoria a la bancarrota de 2001.
En definitiva, para Altamira “La crisis de Unen y de la UCR obedece a que el empresariado puso en la agenda la formación de un frente del 'ajuste', la devaluación y el rescate financiero, no un 'frente progresista'”.
Altamira pronosticó que “la agudización de la crisis económica y política planteará el desarrollo de una polarización política. De un lado, el bloque del ajuste capitalista contra las mayorías populares; del otro, el bloque de la izquierda empeñada en desarrollar una alternativa de poder propia de los trabajadores”.
“Desde el PO, llamamos al electorado progresista, que pierde las expectativas en Unen, y al electorado progresista antisciolista del kirchnerismo a sumarse a construir una alternativa política independiente y que defienda los intereses populares junto al Frente de Izquierda”, finalizó Altamira.