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La ONU llamó hoy a las religiones, el sector educativo, a líderes de opinión y a los gobiernos a apoyar el objetivo de acabar con la defecación al aire libre, una práctica que sigue vigente entre mil millones de personas en el mundo, una sexta parte la población de los países en desarrollo.
La voluntad política es fundamental para abordar ese problema que va más allá de la falta de infraestructura ya que requiere una comprensión de los comportamientos, las actitudes culturales y las normas sociales, dijo el organismo en un comunicado en ocasión del Día Mundial del Retrete.
La defecación al aire libre está engranada en la pobreza pero también se relaciona con costumbres en algunos países y sociedades.
En el África Subsahariana, por ejemplo, donde el 25% de la población sigue practicándola, la diarrea es la tercera causa de muerte entre niños menores de 5 años.
En India, el 47% de la población sigue defecando al aire libre.
La ONU también subrayó que la falta de infraestructura sanitaria afecta en mayor medida a las mujeres y a las niñas, las que tienen más probabilidades de abandonar la escuela si no tienen acceso a un baño y a agua potable.
También están en riesgo de ser acosadas y abusadas sexualmente cuando salen a buscar un baño público o por su defecto a defecar al aire libre.
