sociedad
Llega el mes de julio, comienzan las vacaciones de invierno y los malabares de los padres
para equilibrar el trabajo y los chicos en casa. Para los niños comienzan las vacaciones, un
tiempo que se presenta libre de horarios y reglas, alterando el ambiente familiar, sobre
todo para los padres, quienes se enfrentan con algunas de las siguientes situaciones: equilibrar la jornada laboral con el tiempo libre de los niños; organizar actividades para mantener entretenidos a los más pequeños; aprovechar el tiempo.
“El comienzo de las vacaciones de invierno resulta estresante para los padres por diversos
factores, principalmente porque en su gran mayoría se encuentran trabajando y ya han
hecho uso de su licencia anual en el verano, lo que trae aparejado: reorganizar tareas
familiares, tiempos y coordinar con familiares o amigos, de modo tal que los chicos no se
queden solos”, detalla el Lic. Federico Oyola, profesional recomendado por la cobertura
médica William Hope, psicoanalista.
“No es preciso armar un exhaustivo programa de actividades, sino que es un buen
momento para transmitir a los más pequeños la importancia de introducir una pausa en
su rutina, es decir, para que los niños estén en sus hogares los días más fríos, descansar,
comenzar más tarde el día y estar en familia pueden establecerse como posibilidades”,
agrega el psicoanalista.
Algunas alternativas para compartir con los más chicos: Compartir actividades en familia: ya sea a través de juegos o bien alguna película o
ayudando con la cocina. Fomentar la lectura: las vacaciones son un buen momento para propiciar hábitos
de lectura; es preciso introducir en la elección del libro al pequeño/a para que no
se perciba como una cuestión escolar. Generar lazos con otros padres para establecer actividades también fuera del
hogar, fomentando de este modo la socialización y autonomía.
De acuerdo al Lic. Oyola, “es importante que los padres puedan acompañar en este
periodo de receso a los niños. El desafío es lograr poner en la balanza la cantidad y la
calidad del tiempo que comparten con ellos, no se trata solo de calidad o de cantidad, sino
de cómo se conjugan estas dos variables en el periodo de vacaciones”.
Las vacaciones se presentan como un periodo estresante, donde el tiempo apremia y la
rutina se anula. Tal vez sea preciso también para los padres introducir una pausa, poder
pensar alternativas, para de este modo no desbordarse y poder atravesar de forma más
llevadera y saludable esta etapa, preservando no sólo la salud de los niños sino la propia.
Federico Oyola es Psicólogo M.N 48.790. Contacto: federico.oyola@gmail.com