miércoles, 18 de septiembre de 2019

Apagones eléctricos: por qué sirve ser un consumidor inteligente


opinión

Los recientes cortes eléctricos alrededor del mundo deberían funcionar como llamada de atención para las organizaciones que continúan creyendo que la continuidad de la energía es un problema para alguien más.

Las redes eléctricas son cada vez más inteligentes. Por desgracia y por muchas razones, también parecen ser cada vez más volátiles y vulnerables. Las empresas de servicios públicos y los gobiernos están haciendo grandes inversiones en medidores inteligentes y otros formatos de la tecnología del Internet de las Cosas (IoT). Sin embargo, las redes eléctricas a nivel mundial continúan enfrentando una gran variedad de amenazas para la continuidad del suministro. v Un apagón que afectó tanto a Uruguay como a Argentina en junio este año fue de una escala mayor, alcanzando a más de 48 millones de personas. La verdadera causa aún se desconoce (en principio se creía que se trataba de un ciberataque), pero los siguientes informes lo atribuyeron a un problema de transmisión desde una represa hidroeléctrica. Por supuesto, los cortes eléctricos y las interrupciones son casi una realidad diaria para las redes eléctricas, especialmente en las regiones en desarrollo. Aunque lo inquietante es cómo una variedad de factores podría estar aumentando la posibilidad de cortes, incluso en países desarrollados. En combinación con la creciente dependencia en infraestructura de TI (impulsada por la transformación digital), esto podría ocasionar serias alteraciones en el futuro. Sin energía, el IoT no es más que una colección de equipo sin sentido.

Los recursos renovables y los ciberataques

Mientras continúa el debate, ¿dónde deja esta incertidumbre a los consumidores y empresas? La inversión en equipos de resiliencia energética, como los UPS y los generadores es el paso obvio, pero sigue siendo muy limitado para la infraestructura crítica que operan las grandes organizaciones. Sin embargo, es posible que más compañías e incluso más consumidores cuenten con la infraestructura para afrontar la inestabilidad de la red eléctrica. Los fallos eléctricos pueden llegar a causar consecuencias de largo alcance, la pérdida de la producción, la pérdida de ingresos, la pérdida de credibilidad en el mercado y en el peor de los casos, el riesgo de llegar a las noticias a nivel nacional. Evitar el costo de solo un fallo eléctrico puede cubrir el costo del equipo de resiliencia.

La segunda mayor causa de estos fallos fue la pérdida de energía.

Al igual que el equipo de resiliencia, la inversión en más generación distribuida en el sitio también está aumentando, en gran parte por razones de eficiencia, pero también hay beneficios de resiliencia. Por ejemplo, los hogares equipados con generación distribuida como paneles solares, integrados con sistemas de almacenamiento de baterías, están en mejores condiciones para hacer frente a los cortes que aquellos que dependen por completo en la red externa.

Algunas empresas también están adoptando este cambio hacia la generación distribuida: por medio de una generación a menor escala, por lo general renovable y menos dependiente, en grandes centrales eléctricas centralizadas. Para una empresa, esto podría traducirse en estar integrados a una microred, como un campus de negocios ubicado junto a un parque solar con almacenamiento de energía.

Todos estos enfoques han llevado a un cambio en la mentalidad de los consumidores y las empresas para tomar un enfoque más proactivo con respecto a la energía: ser prosumidores preparados. El término prosumidor se refiere específicamente a las organizaciones o las personas que son tanto consumidores como productores de energía, pero puede ampliarse de manera que aplique de forma más general a los clientes que tienen un enfoque “proactivo y profesional” en relación con la gestión de energía y no dependen por completo de un proveedor externo.

Los servicios de almacenamiento de energía

Este enfoque de prosumidor también puede jugar un papel importante en la mitigación de mayores problemas de red. Por ejemplo, ahora existe la tecnología, ofrecida por Vertiv y sus socios como Upside Energy, para permitir que las organizaciones alimenten al generador existente, la capacidad del UPS y la batería (incluida la nueva tecnología de baterías de iones de litio) en la red durante momentos de demanda máxima o fluctuaciones. Esto no solo ofrece el beneficio de ayudar a mejorar la estabilidad de la red, sino también de generar ingresos para aquellas organizaciones que decidan participar.

Existe el problema de que, al proporcionar servicios de almacenamiento de energía, se podría comprometer el rendimiento del equipo de resiliencia (UPS o generadores), pero los servicios de almacenamiento están diseñados solamente para utilizar la porción de reserva del total de energía disponible para un UPS o un generador.

El surgimiento de los servicios de almacenamiento de energía, junto con el potencial para una mayor inestabilidad de la red en el futuro, también está incentivando a algunas organizaciones (minoristas y pequeñas empresas), que anteriormente no habían previsto la necesidad de un UPS y otras formas de resiliencia energética, a analizar las opciones disponibles.

Si bien las redes son cada vez más inteligentes, el plan más inteligente para las organizaciones que están buscando cómo mejorar su resiliencia y eficiencia energética es ser prosumidores preparados y proactivos.

Por Andrew Donoghue, Director Analista para EMEA en Vertiv