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Una de las dificultades crónicas más graves es la del pie diabético. Se estima que entre 10 y 30% de los pacientes con úlcera de pie requerirán una amputación.
La Diabetes Mellitus es una enfermedad que afecta la forma en la que el organismo utiliza el azúcar en sangre (glucosa). La glucosa es una fuente de energía para el cerebro y para las células que forman los tejidos y los músculos. Por eso, el exceso de azúcar en sangre genera problemas de salud.
En la actualidad, y según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 420 millones de personas en el mundo tienen diabetes, particularmente en países de bajos y medianos ingresos. Cómo consecuencia, la enfermedad ha aumentado dramáticamente en las últimas décadas, constituyendo uno de los mayores problemas en el sistema de Salud Público.
En Argentina, la diabetes constituye un problema de salud pública de gran relevancia dada su elevada morbimortalidad y gran carga socioeconómica. Según un documento presentado por el Ministerio de Salud de la Nación y Presidencia de la Nación (2016), es responsable de casi 50% de las amputaciones no traumáticas de miembros inferiores.
La causa de la diabetes varía de acuerdo al tipo:
· Diabetes tipo 1 y 2: afecciones diabéticas crónicas, es decir, que perduran en el tiempo.
· Prediabetes: los niveles de azúcar en sangre son más altos de lo normal, pero no al nivel de la diabetes.
· Diabetes gestacional: se produce durante el embarazo y puede desaparecer cuando nace el bebé.
La diabetes tipo 1 y 2 son las más comunes. Los síntomas pueden variar según la cantidad de azúcar en sangre. En ocasiones la diabetes tipo 2 no presenta síntomas cuando inicia. Por otra parte, la diabetes tipo 1 suele presentar síntomas rápidamente.
Algunas señales de Diabetes tipo 1 y 2 son:
Sed constante
Ganas frecuentes de orinar
Hambre en extremo
Pérdida de peso sin motivo aparente
Fatiga constante
Irritabilidad
Problemas en la visión
Infecciones en las encías, piel y vagina
La diabetes no tiene cura. Sin embargo, su tratamiento tiene como objetivo mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de lo normal, para así minimizar el riesgo de complicaciones asociadas a la enfermedad. Para la diabetes tipo 1 se administra insulina. En la diabetes tipo 2 se utilizan medicamentos hipoglucemiantes y en ocasiones se administra insulina.
¿Qué pasa si la Diabetes no se trata?
Si la diabetes no se trata adecuadamente, puede desencadenar complicaciones a largo plazo. Entre ellas: enfermedades cardiovasculares, daño a los nervios, daño renal, daño ocular, enfermedades de la piel, deterioro auditivo y depresión.
Una de las complicaciones crónicas más graves de la diabetes es la que se produce en torno al pie. El mal flujo sanguíneo en los pies causa lesiones como heridas y ampollas que pueden estar acompañadas por infecciones graves y una mala cicatrización. Por eso, en ocasiones se requiere amputar dedos, pies o piernas.
Según el Consenso Internacional del Pie Diabético del International Working Group on the Diabetic Foot se define como pie diabético a toda infección, úlcera o destrucción de los tejidos del pie asociada a la diabetes.
El pie diabético es causa frecuente de internación. Las úlceras y amputaciones son un gran problema de salud que genera un alto costo social y económico al paciente, sus familiares y a los sistemas de salud. Se estima que entre 10% y 30% de las personas con diabetes con una úlcera de pie requerirán eventualmente una amputación, de las cuales el 60% son precedidas por una úlcera infectada.
¿Cómo tratar el pie diabético?
El tratamiento de úlceras en los pies varía según la gravedad de la herida. Generalmente se utilizan métodos como el desbridamiento quirúrgico para eliminar el tejido muerto y así mantener la herida limpia y favorecer la cicatrización. La herida debe ser controlada frecuentemente por el médico. Cuando hay una pérdida grave del tejido o una infección muy avanzada, se realiza la amputación tratando de preservar la mayor cantidad de tejido sano posible.
El Tratamiento de Oxigenación Hiperbárica es una de las herramientas médicas más efectivas y seguras para acelerar la cicatrización luego del desbridamiento, o bien reducir la amputación mayor de extremidades en pacientes con pie diabético infectado. Es una terapia estadísticamente comprobada y con apoyo de estudios en medicina basada en evidencias, siempre y cuando sea utilizado en forma conjunta con el tratamiento convencional.
La Terapia de Oxígeno Hiperbárico es un método no invasivo que consiste en suministrar altas concentraciones de oxígeno en una cámara hiperbárica presurizada a 1.45 atmósferas. El oxígeno se transporta a través de la sangre y logra alcanzar todos los tejidos afectados.
El estudio “Uso de oxigeno hiperbárico para tratar las úlceras del pie diabético” (2002), demostró que la tasa media de recuperación de las úlceras del pie diabético tratadas en cámara hiperbárica es de 89%, en comparación con 61% cuando solo se emplean tratamientos convencionales.
Efectos de la Terapia en Cámara Hiperbárica para el pie diabético
Aumenta la cantidad de oxígeno disuelto en los tejidos y acelera los procesos de recuperación.
Reduce el edema al aumentar el flujo sanguíneo hacia el foco afectado.
Estimula la función del páncreas, disminuye la resistencia a la insulina y logra mejorar los niveles de azúcar en sangre.
Favorece la síntesis de colágeno para generar tejido nuevo en la herida.
Fortalece la capacidad de los glóbulos blancos para destruir las bacterias que invaden la herida.
La Asociación Argentina de Medicina Hiperbárica e Investigación (AAMHEI) asegura que: “Cuando un paciente ingresa con un cuadro de pie diabético y se le indica tratamiento con oxigenación hiperbárica en un corto plazo presenta mejorías en la respuesta a las infecciones, la coloración del pie cambia, se retoman las actividades diarias y deportivas que estaban suspendidas y se logra una cicatrización más rápida de las heridas. Incluso algunos pacientes comienzan a experimentar dolor en los dedos del pie, sensación que habían perdido desde la experimentación de la lesión”.
Asesoró: Dra. Mariana Cannellotto (MN 108482). Presidenta de AAMHEI. Consulte siempre a un médico