lunes, 4 de noviembre de 2019

Ensueños, teatro musical en La Carpintería


espectáculos

Sábados 16, 23 y 30 de noviembre a las 20:00 en La Carpintería Teatro –Jean Jaures 858, CABA Entradas: $350 general $300 descuento jub y estudiantes. Promos 2 x $500 sujetas a disponibilidad de la sala. En venta por Alternativa teatral

Los sábados 16, 23 y 30 de noviembre a las 20:00 se presentará en La Carpintería Teatro un nuevo espectáculo de Javier Zain. Se trata de Ensueños, una original propuesta de teatro musical en la que confluyen los lenguajes del teatro, la música y la performance.

En escena, un actor –Javier Zain- da vida a varios personajes simultáneos y crea la dramaturgia. Canta, compone letras y melodías de canciones. Un músico –Damián Báez- compone desde el piano la música de la obra, crea armonías, temas musicales, climas y acompaña las situaciones y acciones del actor.

Actor y músico fluyen en simultáneo y ponen en escena tres performances teatrales y musicales en cada función, que parten de la interacción con el público, tercer protagonista de la experiencia, ya que acuerda junto con los artistas en escena los ejes sobre los cuales se crearán las performances.

Tres temas musicales originales con letra y música de Javier Zain y con arreglos de Damián Báez, más otros instrumentales que el músico ha compuesto, crean una atmósfera que nos transporta al mundo onírico, de realismo poético, con melodías interpretadas desde un acordeón, una melódica y el piano.

El estilo de actuación se enmarca en el teatro físico expresionista, en el que el actor crea sus personajes e historias en un espacio casi vacío, valiéndose de sus recursos expresivos e interpretativos. Allí hace uso de la recreación de espacios y objetos imaginarios, compone con su cuerpo diversidad de personajes que interactúan en cada performance y la voz cantada que los expresa dentro de las historias, o como un juglar o narrador cantante.El lenguaje y diseño de arte conforman una puesta en escena surrealista.

Acerca del lenguaje Javier Zain transitó el proceso creativo a lo largo de casi tres años hacia el encuentro de un lenguaje único en el que los movimientos del actor crean música, y la música movimiento; los gestos son acompañados por armonías; los textos son cantados en una creación simultánea entre el piano y la voz; las emociones crean climas sonoros. Todo lo que crea el actor se traduce en música. Y la música poetiza desde las más simples situaciones a las más dramáticas o excéntricas, trabajando en la sutileza y sensibilidad en la percepción de lo propuesto en escena, para de esa manera lograr la sincronicidad entre el actor y el músico, la historia y la música.