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La ONU conmemora el 30 de agosto el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, que busca llamar la atención sobre miles de casos todavía sin resolver.
Los cinco expertos del grupo de trabajo de la ONU sobre desapariciones forzadas e involuntarias recordaron que se trata de un acto que niega la esencia misma de humanidad.
“Detrás de cada uno de esos actos se esconde una historia personal. Nunca deberíamos olvidar a las madres, padres, esposas, esposos, hijas, hijos y amigos que siguen sin saber qué pasó con su ser querido”, lamentaron.
En ese sentido, indicaron que esa práctica no debe ser tolerada o justificada, incluso si se utiliza en la lucha contra el terrorismo o contra el crimen organizado.
Además, señalaron que en muchas ocasiones ese crimen tiene el fin de negar derechos y libertades fundamentales como la libertad de expresión y la libertad religiosa.
El grupo de trabajo fue creado en 1980 por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU para ayudar a las familias y servir como canal de comunicación con los gobiernos correspondientes.
Coincidiendo con el XX aniversario de la Declaración Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas, el grupo de trabajo recordó a los Estados que deben continuar promoviendo e implementando la Declaración, así como la Convención Internacional sobre esa cuestión que entró en vigor recientemente.
