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El número de personas que han muerto en el Mediterráneo en su intento de buscar una vida mejor batió un nuevo récord en este 2016, lamentó hoy la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En lo que va de año, más de 4.600 personas perdieron la vida al ahogarse durante la travesía en esa zona. Son en torno a 1.000 más que en el mismo periodo de 2015.
Entre esas muertes se incluye unas 365 personas que han sido reportadas como desaparecidas en las últimas tres semanas.
Leonard Doyle, portavoz de la OIM en Ginebra, añadió que las estadísticas de noviembre ya son seis veces más altas que el mes anterior.
“Esto, por su puesto, se debe al mal clima. Los migrantes pagan y asumen que tendrán un pasaje decente por el Mediterráneo, pero luego en la playa se encuentran con una balsa inflable de goma y no tienen otra opción. A veces los fuerzan a viajar aun cuando cambian de opinión”, explicó el portavoz.
La mayoría de las balsas proviene de Libia y se dirigen hacia la costa italiana de Lampedusa, ya que la otra ruta, desde Turquía hacia Grecia, no es efectiva. Los migrantes que optaban por esa ruta recibían rechazos en sus solicitudes de asilo y resultaban deportados, o bien terminaban como indocumentados en la Unión Europea, explicó la OIM. Naciones Unidas