sociedad
¿Qué comer en tiempos de crisis?
Las dietas insalubres están entre los principales factores de riesgo.
Comer sano (calidad y cantidad suficiente) en épocas de crisis suele ser un conflicto para la economía familiar. En el marco del Día Mundial de la Alimentación cuyo lema es “Nuestras acciones son el futuro” y se celebra el 16 de octubre, Fundación Barceló brinda algunas recomendaciones para mantener un estilo de vida saludable sin atentar al bolsillo.
Llevar una alimentación sana es fundamental para prevenir la malnutrición por excesos, enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, accidentes cerebrovasculares y/o déficits como anemias o desnutrición. La Organización de las Naciones Unidas considera la alimentación como un “requisito para la supervivencia y el bienestar de la humanidad”. Una alimentación equilibrada debe ser variada y adecuarse a cada persona dependiendo de su edad, sexo, actividad, nivel socioeconómico y hábitos-costumbres, aunque en todos los casos los principios básicos de alimentación saludable son los mismos.
El aumento del costo de la canasta básica de alimentos, impacta directamente en el acceso a alimentos saludables, optando en muchas oportunidades por productos más económicos pero pobres en términos nutritivos. Desde Fundación Barceló recomiendan algunos alimentos básicos que debemos priorizar a la hora de hacer las compras:
Carne: se recomienda comer 50-60 gramos diarios para tener la cantidad de proteínas y hierro necesario. Una albóndiga equivale a la porción recomendada. Se aconseja comprar cortes de menor costo como carne molida y combinarla con legumbres o cereales (como lentejas o arroz) para lograr calidad alimentaria.
Lácteos y derivados: aportan proteínas y calcio. Se aconseja consumir 50 gramos de queso tipo port salut, un vaso de leche, y una cuchara sopera de queso de rallar diarios.
Huevos: la unidad aporta proteínas de muy buena calidad. Se puede alternar con la carne para lograr un equilibrio proteico.
Frutas y verduras: Dos frutas y una porción de verduras diaria permitirán obtener vitaminas, minerales y fibras necesarias. Para abaratar costos se recomienda comprar productos de estación.
Además, Fundación Barceló sugiere consumir alimentos preparados en casa, en lugar de procesados, para contribuir a la economía familiar. Prepararlos diariamente contribuye a mantener una dieta balanceada y conocer los ingredientes de cada comida, evitando el alto consumo de grasas saturadas y productos artificiales.
Por último, algunos consejos para una compra inteligente. En primer lugar, seleccionar productos de temporada y de origen local. No acudir a la compra en ayunas o en momentos del día en que se tiene más hambre, siendo probable comprar alimentos ricos en grasas. Es importante prever qué se necesita para no duplicar la adquisición de productos y terminar tirando alimentos vencidos. Antes de ir de compras, revisar la heladera y alacenas. Por último, ajustarse a una lista elaborada con antelación, que incluya alimentos para una grilla de menúes semanales que contemple las necesidades alimentarias y nutricionales.
El cuidado de la salud es uno de los principales objetivos de Fundación Barceló. De esta manera se suma a la iniciativa #hambrecero y brinda información para ayudar a la comunidad a tener una alimentación saludable en tiempos de crisis.
Acerca de la Fundación Barceló
La Fundación Barceló no sólo es sinónimo de conocimientos científicos y académicos, sino también una herramienta de transmisión de valores, orientado a la formación de profesionales comprometidos e involucrados con la problemática actual en el campo de la salud. La ubicación estratégica de sus tres sedes: Buenos Aires, La Rioja y Santo Tomé (Corrientes), brinda una experiencia educativa única, en la que los alumnos pueden tomar contacto con diferentes realidades sociales y sanitarias así como conocer las particularidades del sistema de salud argentino. Actualmente, la Fundación Barceló cuenta con carreras de grado y posgrado acreditadas por la CONEAU bajo exigentes estándares de calidad. Además de los cursos a distancia y extensión universitaria que, complementados con los convenios con hospitales, universidades y otras instituciones ofrecen una amplia y enriquecedora propuesta educativa para los futuros y actuales profesionales de la salud.