lunes, 24 de junio de 2019

Toy Story 4 incluye un personaje con implante coclear


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Toy Story 4 incluye un personaje con implante coclear La nueva película de Pixar da visbilidad a una problemática más habitual de lo que se cree: la hipoacusia infantil.

La semana pasada se estrenó la cuarta entrega de la saga de Toy Story y uno de los detalles que más llamó la atención es la participación de un pequeño con implante coclear, un claro mensaje de inclusión dirigido hacia los más chicos.

Desde hace un tiempo a esta parte, son cada vez más las películas infantiles que dan visibilidad a personas con diferentes discapacidades permitiendo, así, que los niños crezcan asumiendo con naturalidad el concepto de que, con nuestras individualidades, todos somos iguales y podemos tener una vida normal.

Por eso, que una historia tan arraigada en los chicos y no tan chicos como es Toy Story de visibilidad a la problemática de los implantes cocleares es muy importante a nivel mundial.

Cabe destacar que el implante coclear es un dispositivo electrónico que puede restituir la audición en un paciente con pérdida auditiva severa o profunda, es decir, en niños que no pueden escuchar ni la voz conversada ni gritada, y que no se beneficien con el uso de audífonos. A diferencia de este último, que amplifica los sonidos, el implante coclear sustituye la función del oído interno que está afectado.

Según datos oficiales suministrados por el Ministerio de Salud de la Nación, la prevalencia de hipoacusia al nacer es de 1 a 5 / 1000. Es decir, cada año, en Argentina, esperamos que nazcan entre 700 y 3.500 bebés con hipoacusias de diverso grado y diferentes causas, la gran mayoría son bilaterales, y afectan a las cócleas u oídos internos, sitio donde nace el nervio auditivo

El implante coclear consta de dos partes, una interna llamada receptor estimulador, que se coloca debajo de la piel, mediante un procedimiento quirúrgico, a unos centímetros detrás de la oreja y con electrodos que van dentro de la cóclea. Y otra externa, llamada procesador de habla, que se conecta con la parte interna, a través de la piel, por medio de un imán.

¿Quiénes son candidatos a recibir un implante coclear? 

“Está indicado en niños a partir de los 12 meses de edad –aunque hay situaciones donde se pueden implantar antes- y adultos que hayan perdido la audición, sin límite de edad máxima. En realidad, el único límite es el estado físico y psíquico que permita una cirugía con anestesia general”, subraya el Dr. Fernando Salomón, especialista en otrorrinolaringología y director de Otamed, en Mendoza.

Para determinar si una persona es candidata a un implante coclear debe ser examinada por un equipo interdisciplinario integrado por otólogos, fonoaudiólogos y psicólogos, quienes realizarán una exhaustiva evaluación a fin de determinar si el paciente es apto para recibir el dispositivo y si este debe colocarse en forma uni o bilateral, simultánea o secuencialmente.

¿Cuándo comienza a escuchar un paciente implantado? 
El encendido del implante se realiza al mes de la cirugía y el mismo puede requerir, para su correcto funcionamiento, calibraciones en forma periódica que van de dos a tres veces por año. El beneficio con el implante coclear va mejorando con las sucesivas calibraciones y, fundamentalmente, con el trabajo que se realiza en las sesiones de rehabilitación auditiva y con el apoyo familiar.

“Si un niño es implantado dentro de los primeros tres años de vida, prácticamente puede tener una escolaridad normal en una escuela de normo oyentes. A mayor precocidad en la edad de implantación, menor será la rehabilitación audiológica que tendrá que realizar ese niño y más rápido los sonidos -desde la voz de sus padres, la lluvia al caer y la música- estimularán su corteza auditiva”, subrayan los profesionales.

¿Qué debemos tener en cuenta para cuidar la audición? 
 - Realizar control auditivo a los bebés recién nacidos (otoemisiones acústicas). - Realizar audiometría de control al ingreso escolar primario. - Evitar la exposición a ruidos de elevada intensidad. Usar protección auditiva si se trabaja en ambientes ruidosos. - No exponerse a música de altas intensidades, principalmente cuidar a los bebés en las fiestas (alejarlos de los parlantes y proteger los oídos). - Usar con moderación y a baja intensidad los reproductores de música.

En verdad, en nuestro país contamos con la Ley 25.415 para la detección temprana de la sordera, sancionada en 2001, pero que recién fue reglamentada en 2011, cuando también se creó el Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia que depende del Ministerio de Salud de la Nación. Según esta norma, “todo recién nacido antes de los tres meses de vida tiene derecho a ser evaluado auditivamente y tratado luego de los seis meses en forma adecuada”. De este modo y según la reglamentación, si en la maternidad donde nació el pequeño no le realizaron las otoemisiones acústicas, el pediatra debe solicitárselas durante el primer mes de vida. Es un estudio que se puede hacer, también, en los hospitales públicos. Consulte siempre a un médico.