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La Legislatura de Tierra del Fuego aprobó de forma unánime la ley que prohíbe la instalación de cualquier tipo de cultivo y producción de salmones en las aguas marinas y de lagos de la provincia. No se habían registrado, hasta el momento, antecedentes de legislaciones a nivel provincial o nacional en el mundo que protejan los ecosistemas de los daños de esta industria previo a comenzar con sus operaciones.
“Este suceso sienta un precedente histórico para el resto del país y el mundo. De esta manera, Tierra del Fuego evita el desastre ambiental que pudo haber provocado la salmonicultura en el Canal de Beagle. Es un gran triunfo de la ciudadanía y las organizaciones civiles y ambientales que se opusieron a la salmonicultura en el Beagle desde que se dieron a conocer los planes”, sostuvo Estefanía González, vocera de la campaña de océanos de Greenpeace.
En 2018, Argentina firmó un acuerdo con los reyes de Noruega para desarrollar la salmonicultura en el canal. En ese momento, Greenpeace denunció los peligros que implicaría el avance de esta actividad en el ecosistema y los impactos que tendría para las industrias locales.
A principios de 2019, se instalaron jaulas salmoneras en Puerto Williams, del lado chileno del canal de Beagle, lo que impulsó a crear un movimiento binacional en rechazo de la industria. A su vez, prestigiosos chefs se sumaron a la causa. En mayo de ese mismo año, y debido a la presión ciudadana y al trabajo de la comunidad indígena Yagán, se declararon ilegales las jaulas en Puerto Williams y se ordenó que fueran retiradas.
“Estos logros demuestran que, cuando todos nos unimos por una causa común, podemos alcanzar grandes resultados. Hoy, Ushuaia está protegida de una industria nociva que ha generado graves daños a los fiordos chilenos y ha impactado seriamente en las comunidades locales durante décadas. Finalmente, podemos gritar fuerte Beagle sin salmoneras”, sumó la vocera.
Desde la organización sostuvieron que es un paso importante hacia la protección de los ecosistemas del país y que debe impulsarse la ampliación de medidas de preservación hacia el mar Argentino, que apunten a poner un freno a la exploración petrolera y la pesca intensiva.