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Para los pueblos indígenas, la Madre Tierra no es un objeto inerte, es fuente de vida y es sagrada, por lo que se debe vivir en armonía con ella y encontrar un equilibrio para que sirva a las generaciones actuales y futuras.
Durante el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas que se celebra en la sede de la ONU en Nueva York, varias de esas comunidades de América Latina alzaron su voz para pedir a los gobiernos que respeten la naturaleza.
Además, reclamaron la consulta y el consentimiento de los pueblos afectados sobre proyectos de explotaciones de recursos naturales en sus territorios.
En una entrevista con la radio de Naciones Unidas, Ana María Guacho, una anciana indígena Quechua de la provincia del Chimborazo en Ecuador, habló sobre ese tema. Ana María Guacho es una “yachua” o médica naturista en su comunidad.
“Los gobiernos creen que son dueños de todo y entonces ellos negocian, venden y explotan nomás sin respeto a los pueblos indígenas. Hay veces que hay muchos desalojos, por ejemplo en la Amazonía. No aman a la humanidad o a la Madre Tierra, sino ellos aman al dinero más”, puntualizó.
Por otra parte, Chishlua Palomino, una indígena Quechua de la comunidad Diego Tapara en Puno, Perú, también participante en el Foro, pidió el respeto a los conocimientos ancestrales de los pueblos originarios y habló de las explotaciones que hacen las transnacionales en las zonas donde viven.
“Lo perforan, así como esta sala son los túneles, los socavones donde están las minas y el cerro está encima, adentro ya no hay nada, es como la papa agusanada o la manzana podrida, que solamente de encima se ven bonitas y adentro están graves, y eso nos molesta a nosotros”, dijo.
Ambas indígenas denunciaron la explotación salvaje de los recursos naturales en sus asentamientos y el impacto negativo de esos proyectos en sus comunidades.