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El gobierno de Estados Unidos debe respetar y garantizar la vida, salud e integridad personal de los detenidos en la Base Naval de Guantánamo, particularmente en el contexto de la actual huelga de hambre.
Así lo expresó hoy un grupo de expertos de la ONU al referirse a los detenidos que protestan por su detención indefinida y por el trato que reciben de las autoridades de esa prisión.
La huelga de hambre se inició en febrero y al paso de los días más reclusos se han ido sumando hasta rebasar el centenar. De ellos, 21 reciben alimentación forzada y cinco están hospitalizados, detallaron los firmantes del comunicado.
Los expertos urgieron al gobierno estadounidense a adoptar las medidas necesarias para poner fin a la detención arbitraria de personas; asegurar que los detenidos sean liberados o enjuiciados de conformidad con el derecho internacional; permitir visitas de monitoreo por organismos internacionales de derechos humanos; y clausurar el centro de detención de Guantánamo.
El relator especial sobre tortura, Juan Méndez, recordó que a muchos de los cautivos en Guantánamo no se les han presentado cargos y señaló que la detención indefinida en ese centro “va mucho más allá de un mínimo período razonable y causa un estado de sufrimiento, tensión, temor y ansiedad que en sí mismo constituye una forma de tratamiento cruel, inhumano y degradante”.
Sin embargo, el experto responsable del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria, Hadji Malick Sow, apuntó que se ha negado el traslado a 56 de esos detenidos por el solo hecho de ser nacionales de Yemen.
El relator sobre el derecho a la salud, Anand Grover, dijo que el personal de salud no debe aplicar presiones indebidas de ninguna naturaleza a quienes han optado por el recurso extremo de la huelga de hambre.
“Tampoco es aceptable la amenaza de alimentación forzada ni el empleo de otros medios de coerción física o psicológica”, subrayó.