martes, 2 de abril de 2019

Una nueva página de la Historia General de África


internacional

El Comité Científico Internacional encargado de la Historia General de África de la UNESCO, que se reunió en Belo Horizonte (Brasil) del 25 al 28 de marzo, finalizó la redacción de los próximos tres volúmenes de la colección, que se publicarán en 2020.

Estos nuevos volúmenes (X, XI y XII) enriquecen la colección publicada por la UNESCO entre 1964 y 1999. Reflejan los acontecimientos que han tenido lugar en el continente desde el fin del apartheid en Sudáfrica, así como las contribuciones de las diásporas. En total, 200 autores forjan en ellos el concepto de África Global, que define los vínculos entre los africanos del continente y los afrodescendientes de América del Sur, Central y del Norte, del Caribe, del Océano Índico, de Oriente Medio y de otros lugares.

“La vocación de este proyecto es permitir que los jóvenes de África y de la diáspora comprendan mejor su historia para que puedan proyectarse más hacia el futuro y hacerse dueños de sus propios destinos”, dijo Augustin Holl, presidente del Comité Científico y profesor de la Universidad de Xiamen (China).

En 1964, la UNESCO fue pionera en el desarrollo de la Historia General de África, una historia del continente que se inició hace más de tres millones de años, libre de los prejuicios raciales heredados de la colonización y escrita desde una perspectiva africana. Además, la obra adoptó un enfoque muy innovador, apelando a investigadores africanos y explotando las tradiciones orales y datos nuevos, en particular arqueológicos. Además, la Historia General considera a África como un todo, lo que permitió poner de relieve las relaciones históricas entre las distintas partes del continente y analizar al mismo tiempo sus vínculos históricos con otros continentes.

La Historia General de África ha sido publicada en 13 idiomas, entre ellos el inglés, el francés, el portugués y el árabe, así como en tres idiomas africanos (fula, hausa y suajili).

La reunión del Consejo Científico fue posible gracias al apoyo de la Universidad Federal de Minas Gerais y de la Escuela de Derecho Dom Helder.