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Quienes pasan muchas horas del día en ambientes en los que deben usar tapabocas
la mayor parte del tiempo, suelen sobreexigir el funcionamiento de sus sistemas
respiratorios y esto afecta las cuerdas vocales. Ello se observa en la producción y
fonoarticulación de la voz, utilizada para comunicarse con sus pares o desempeñarse
laboralmente.
El uso del barbijo es una de las medidas de prevención del nuevo coronavirus que
más fácilmente la población incorporó.
El elemento de protección dejó de ser propio del ámbito médico y se extendió a
todas las profesiones y oficios. Desde los niños y docentes en las escuelas, pasando
por los cajeros de bancos y supermercados, hasta el comerciante y el taxista, son
muchas las personas que pasan largas horas de jornadas laborales fuera de su casa y
deben protegerse y cuidar su salud.
Como contrapartida, ocurre que el uso del barbijo o tapaboca "genera una barrera,
una resistencia al paso del sonido, que produce sensación de variabilidad en la
intensidad de dicha producción". Paula Bellengeri es licenciada en Fonoaudiología
(MN 8713) y agregó que "con el barbijo y la resistencia que este genera, las personas
tienden a hacer un esfuerzo extra para aumentar la intensidad de habla".
Señaló también que “la mayor parte de nuestra comunidad, por el estrés actual, no
suele tomar consciencia del estado propio del esquema corporal vocal y del registro
de las partes intervinientes en la producción de la voz. Este no registro, dificulta el
manejo de un tipo y modo respiratorio correcto y de la fonoarticulación que, con
entrenamiento, podrían mejorar, beneficiando así las cualidades acústicas y
perceptivas de la voz y por ende en las estructuras intervinientes en su producción”. La coordinadora del Servicio de Fonoaudiología del Centro Médico Fitz Roy,
asimismo destacó que tanto el mal uso respiratorio, como el fonoarticulatorio
pueden terminar ocasionando cansancio o fatiga vocal e incluso disfonías. "La rutina hace que en el ámbito laboral hablemos moviéndonos, ejecutando otras
tareas, con la atención dividida, y eso hace que se le preste atención al uso de la
voz", apuntó Bellengeri.
Siete señales de alarma y qué hacer cuando la voz se ve exigida
Bellengeri ayudó a identificar signos y síntomas que pesquisan cansancio vocal y que
indican que debe consultarse con un especialista: - Cambios en la voz a lo largo del día, disminuyendo su intensidad.
-Sensación de esfuerzo para llegar al final de frase emitida.
-Presencia de tos irritativa (necesidad de aclarar la garganta, carraspeo) - Sensación de sequedad en la garganta (el cuerpo necesita mayor hidratación )
ardor, picazón.
- Incomodidad con la percepción de su voz actual, voz tensa o soplada.
-Presencia de ronquera.
- Disfonía.
"Cabe aclarar que nadie va a tener una lesión de cuerdas vocales por el uso del
barbijo; siempre habrá un factor predisponente y una serie de hábitos que
posibilitarán la presencia de una alteración" tranquilizó la especialista, al tiempo que
reconoció que "para las personas que están expuestas a tener que hablar con
tapabocas varias horas es una exigencia mayor".
Qué hacer: rutinas para una voz saludable
Bellengeri recomendó que ante la presencia de alguno de los anteriores síntomas, lo
primero que debe hacerse es consultar a un especialista en otorrinolaringología,
quien será el encargado de evaluar la presencia -o no- de alguna lesión estructural
en el tracto vocal y quien posteriormente evaluará el inicio de tratamiento
fonoaudiológico; ya sea porque la lesión o inflamación se instaló o bien, porque
algún signo de cuenta que, de no modificar ese hábito terminará afectando el
funcionamiento esperable/normal de las cuerdas vocales. En ambos casos, la
intervención fonoaudiológica permitirá hacer profilaxis, brindando estrategias de
higiene vocal y aportando pautas específicas a la persona que se acerque para su
entrenamiento vocal y/o rehabilitación. "Es importante entender que la consulta temprana previene y evita que el mal uso o
abuso de la voz genere una lesión estructural evitable” señaló la fonoaudióloga,
quien destacó que " en el entrenamiento vocal siempre se comienza con la toma de
conciencia de lo que hay que cambiar explicando por qué y para qué, luego ofrecer
pautas de higiene vocal y posterior a ello se planifica una intervención acorde a cada
paciente en particular desarrollando un tratamiento personificado, según
necesidades de cada paciente.
"El abordaje fonoaudiológico se planifica en etapas, primero la presentación de
ejercicios para relajar las estructuras, luego la práctica e incorporación y por último
la automatización de los mismos, por eso es clave adaptar los ejercicios a la
cotidianeidad de cada paciente en pos de lograr la adherencia al mismo y llegar con
éxito a cumplir los objetivos", agregó.
Finalmente, la especialista compartió una serie de tips para una rutina vocal
saludable:
- Mantenerse hidratados. Beber un litro y medio de agua por día, correctamente
espaciado.
- Tener una alimentación variada, rica en frutas y evitar alimentos o bebidas
irritativas, (mate/ te /café) aumentan la posibilidad de reflujo lo que dañar las
cuerdas vocales.
- Realizar ejercicio físico para mejorar la capacidad respiratoria.
- Evitar fumar o estar expuesto al cigarrillo.
- Permanecer en ambientes con humedad justa (ni mucha calefacción ni muy fríos)
ya que la sequedad del ambiente sumado al uso del barbijo generan mucha
resistencia al ingreso de aire.
- Descansar bien.
- Al hablar con el tapabocas puesto, hacer frases cortas. Mensajes cortos, claros,
bien articulados con pausas adecuadas generan mayor inteligibilidad del habla,
haciendo una comunicación más exitosa con menor riesgo.
- Evitar competir con el ruido ambiente. Tener la menor cantidad de distractores
tecnológicos en volúmenes altos.
- Quienes trabajan todo el día con la voz, una hora antes y una hora después de la
jornada laboral minimizar el uso de la voz (tratar de no mandar mensajes de audio ni
hacer llamadas pendientes en el camino de ida y vuelta al trabajo).
- Si se siente la garganta seca en el trabajo, en vez de comer un caramelo o tomar
café, ingerir agua o una fruta (cuanto más alimentos o bebidas dulces se incorporen,
más pesada se vuelve la saliva y se enlentece la articulación, lo que lleva a que se
requiera más esfuerzo para que se entienda lo que decimos).
- Optimizar la postura corporal, que sea cómoda sin crear resistencia al pasaje del
aire, evitando tensión y contracción del abdomen.