jueves, 9 de febrero de 2017

Los mares de la Patagonia Chilena bajo amenaza


internacional

Greenpeace realizó una actividad en los faros de todo Chile, a través de casi 4.000 kilómetros, para reclamar por la protección de los ecosistemas de las aguas chilenas. En Chile se encuentra el 36% de la biodiversidad de mamíferos marinos del mundo. La campaña de Greenpeace busca evitar que empresas de la salmonicultura -especialmente la japonesa Mitsubishi- expandan sus operaciones hacia Magallanes y pongan en riesgo no solo una de las escenografías naturales más hermosas del mundo, sino el hábitat de una especie única: el delfín chileno

“Salvemos los mares del fin del mundo”. Así se llama la campaña con la cual Greenpeace busca la protección de los mares en el extremo sur de Chile, escenario de un imponente y diverso ecosistema, donde se destacan escenarios naturales únicos -como el internacionalmente reconocido Parque Nacional Torres del Paine-, además de ser una zona que sirve de hábitat para varios tipos de ballenas y el delfín chileno.

En La Serena –a casi 500 kilómetros al norte de Santiago y uno los balnearios más concurridos del país-, un globo aerostático sobrevoló hoy el faro de la ciudad, con un mensaje llamando la protección de los mares del fin del mundo. Además, se desarrollaron actividades en faros de todo Chile, para reclamar por la protección de estos mares.

“En Chile se encuentra el 36% de la biodiversidad de mamíferos marinos del mundo, por lo cual la protección de sus mares resulta clave y de gran relevancia para todo el planeta.”, dijo Estefanía González, coordinadora de Océanos de Greenpeace en Chile.

Greenpeace advierte que los mares del fin del mundo están seriamente amenazados por la expansión de industria salmonera, la cual ya dio muestras del poder de devastación con lo sucedido el año pasado en Chiloé -isla ubicada en el sur de Chile-, cuando el vertimiento de casi 5.000 toneladas de pescados podridos frente a sus costas desencadenó la crisis de marea roja que generó uno de los desastres sociales y medioambientales más graves de los últimos años en el país.

En este sentido, Greenpeace denuncia el avance que varias empresas salmoneras, en particular la compañía Cermaq, empresa noruega que pertenece al gigante económico japonés Mitsubishi Group y que es la segunda exportadora de salmones chilenos, con una producción anual de 41.556 toneladas. Casi el 100% de las solicitudes que ha presentado la compañía se ubicarían, de aprobarse, en zonas de reservas nacionales.

En este contexto Greenpeace impulsa la protección del delfín chileno, especie endémica de la zona y que, de acuerdo con investigaciones, está siendo afectado por la presencia de los antibióticos alta y masivamente utilizados por la salmonicultura chilena.

Además del delfín chileno, está en peligro el hogar de otras especies, como ballenas (azules, minke, franca austral, sei y orca), delfines, pingüinos, lobos marinos y diversas aves. Todos, habitantes de una zona en donde se ubican Parques y Reservas Nacionales cada vez más valorados por turistas nacionales e internacionales, los que han hecho de esta zona un de las más visitadas del país.