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En el Día Mundial de la Seguridad del Paciente que se celebra cada 17 de septiembre por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se suma a una campaña de concientización global mediante la iluminación de monumentos icónicos de naranja, el color con el que tradicionalmente se identifica esta campaña.
En el marco de esta iniciativa mundial, que busca generar conciencia sobre la importancia de mitigar posibles errores de
diagnóstico y tratamiento que pueden poner en riesgo la seguridad de los pacientes, Asociación CUI.DAR (Asociación
para el Cuidado de la Diabetes en Argentina), AFIPIA (Asociación de Fibrosis Pulmonar Idiopática de Argentina),
EscleroSalud (Esclerodermia y Raynaud Asociación Civil) y AEPSO (Asociación Civil para el Enfermo de
Psoriasis), con el apoyo del laboratorio Boehringer Ingelheim, se suman a esta cruzada mediante la presentación de una
guía1 que señala aspectos básicos y prácticas recomendadas para preservar la seguridad de los pacientes.
La guía contiene una serie de recomendaciones y materiales útiles para cinco momentos clave en la experiencia del
paciente: la preparación previa a la visita médica; consejos para desenvolverse durante la consulta; recomendaciones
sobre el uso seguro de medicamentos; consejos para quienes reciben tratamiento médico en el hogar e indicaciones sobre
qué hacer ante un evento adverso.
“La iniciativa responde a la necesidad de contar con material de apoyo adaptado a las necesidades e inquietudes de los
pacientes y de sus familiares o cuidadores, que tienen un rol clave porque están inmersos en la complejidad de vivir con
una enfermedad crónica. Al adaptar el material a sus necesidades, estamos construyendo un puente entre la complejidad
de la enfermedad y la posibilidad concreta de una atención más completa y segura”, comentó Liliana Tieri, Directora
Ejecutiva de CUI.DAR.
Por su parte, Silvia Fernández Barrio, Presidenta de AEPSO, resaltó que la participación activa de los pacientes es
fundamental para garantizar la seguridad en todos los niveles de atención. “Una estrategia fundamental consiste en
empoderar al paciente para que conozca qué conductas le conviene tomar en las distintas situaciones que atraviesa, desde
la primera consulta, hasta llegar al diagnóstico y comenzar con el tratamiento indicado. Desde AEPSO, fomentamos una
cultura en la que pacientes y cuidadores adquieran un rol más activo y trabajen colaborativamente junto al profesional de
la salud con el objetivo común de cuidar la salud de las personas, respetando las preferencias y necesidades de ambos al
momento de tomar decisiones”.
En este sentido, Ana Salas, Presidenta Fundadora de EscleroSalud, subrayó la importancia de aprovechar la
experiencia de los pacientes para identificar vulnerabilidades que afectan su seguridad: “La seguridad clínica debe ser
una prioridad para las instituciones, los equipos de salud y, fundamentalmente, para los propios pacientes. Ellos pueden
aportar información valiosa que nos permite identificar qué aspectos requieren atención para prevenir errores comunes
que ponen en riesgo la seguridad de los pacientes.”
La comunicación es un instrumento esencial para mejorar la interacción entre pacientes, médicos y familiares durante el
proceso de búsqueda de atención sanitaria. “En la primera visita al médico, es conveniente que los pacientes proporcionen
la mayor cantidad de información posible: mencionar qué medicamentos toman, en qué dosis y con qué frecuencia; tener
a mano los últimos exámenes de laboratorio y cualquier otro estudio complementario; incluso se recomienda llevar una
lista de preguntas para despejar cualquier duda y optimizar el tiempo de la consulta. Así, se incrementa la precisión de la
información transmitida, se reducen los eventos adversos prevenibles y mejora la experiencia del paciente”, comentó
Vanesa Brizuela, Presidenta de AFIPIA.