viernes, 17 de mayo de 2013

Se estrena Gatopardismo


espectáculos

Una obra de Helena Nesis. Dirección y puesta en escena Belén Sosa. Funciones: domingos 20:00. Entrada General: $ 70 Estudiantes y Jubilados $ 50. Teatro: La Tertulia - Gallo 826 · Tel. 4865-0303. Elenco: Braian Graziuso, Antonella Ferretti, Zaira Godirio, Fabian Iorlano, Marilyn Petito, Rodrigo Serra, Camila Soledad García.

Gatopardismo es una comedia dramática que invita a reflexionar sobre el sistema educativo actual de nuestra sociedad, dirigida a todo público pero especialmente recomendada para adolescentes, padres y maestros.

Escenografía y Vestuario: Juan Herrera Prado y Belén Messina. Diseño de Iluminación: Victor Gabriel Olivera. Música Original: Matías Villarruel. Asistente de dirección: Natalí Acosta.

Seis estudiantes deberán pasar un sábado entero en la escuela como castigo por su mala conducta. La “justicia escolar” caerá sobre ellos para normalizarlos, para que vuelva el orden. El objetivo de los maestros, la autoridad, será que aprendan buenos modales. “El autoritarismo y la juventud rebelada” Apuntados como pequeños criminales del aula, deberán soportar el castigo. ¿La tarea? que redacten en una nota cuál sería la conducta adecuada que de ellos se espera adentro de la escuela. Estarán acompañados y vigilados por la directora, que aparecerá y desaparecerá de la escena.

Son seis y bien diferentes. El uniforme no pudo igualarlos ni domesticarlos. Sin embargo, la fuerza de esas diferencias logrará unirlos en el único aprendizaje real por el que transitarán en el aula: el de la tolerancia. Encontrarán su identidad y decidirán defenderla dejando atrás prejuicios sobre el otro y sobre sí mismos. Surgirán lazos de solidaridad, amor y unión, hacia la construcción de un lugar común.

Desde la obra, se abren dos lecturas: la de la autoridad convertida en autoritarismo, y la de la juventud rebelada, irreverente. A los que delinquen se los apresa en cárceles para que "cambien y mejoren", sin embargo salen peores. A los locos se los margina en hospicios para "curarlos" y que no alteren el orden social.

En el caso de los estudiantes rebeldes, ocurre algo similar: se los excluye castigándolos para que "cambien, reflexionen sobre sus errores y aprendan" y sólo se logra que se potencien sus resentimientos, que se conviertan en repetidores o que directamente queden excluidos de la escolaridad media. Gatopardismo, en el lenguaje de la política significa “Que algo cambie para que nada cambie”. La docente NO quiere que mejoren sus alumnos, los prefiere estigmatizados, resistentes y excluidos.

Sin embargo estos seis jovencitos logran crear un nuevo constructo social, una nueva relación a través de su propio encuentro con nuevos y creativos lazos, además de auténticos roles sociales. Tal vez no tan ajustados ni útiles para el mercado.