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La resolución sobre Siria adoptada por la Asamblea General de la ONU supone un avance, pero sirve de poco para abordar la enorme crisis humanitaria y de derechos humanos que vive el país, afirmó Amnistía Internacional.
Entre otras cosas, la resolución –que no es vinculante y se aprobó con el voto favorable de 107 Estados– alienta al Consejo de Seguridad de la ONU a que “estudie medidas apropiadas” para garantizar la rendición de cuentas por la violencia y las violaciones de derechos humanos existentes en Siria. Rusia fue uno de los 12 países que votaron en contra de la resolución y se registraron 59 abstenciones.
La resolución incluye el llamamiento más enérgico formulado por la Asamblea General de la ONU hasta la fecha para que se investiguen de forma independiente e imparcial todas las presuntas violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario desde el inicio del levantamiento en Siria, en marzo de 2011. Rusia y China han vetado en tres ocasiones una resolución del Consejo de Seguridad de la
ONU sobre la situación en el país.
“Decenas de miles de personas han muerto y millones han quedado desarraigadas a causa del actual conflicto armado en Siria, pero la ONU ha tardado más de dos años en empezar apenas a abordar los graves abusos contra los derechos humanos que se están cometiendo allí”, dijo Amnistía Internacional.
“La mayoría de los gobiernos del mundo ya se han manifestado abiertamente y su aprobación para que se adopten medidas claras sobre Siria debe ejercer presión para que el Consejo de Seguridad de la ONU
se ocupe de nuevo de este problema e inste a que se tomen medidas vinculantes para que los responsables de abusos rindan cuentas”.
“Esto incluye remitir la situación a la Corte Penal Internacional para que procese a las personas de todos los bandos responsables de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y otros crímenes de
derecho internacional”.