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Miedos y objetivos. Las ventajas y los perjuicios del apellido. Su futuro en otra marca y el sueño de ser campeón en todas las categorías. Piloto, padre y Di Palma; las caras de un solo personaje: Josito.
Luis José Di Palma, o simplemente Josito, hace silencio antes de hablar. Hoy es referente de Torino en el Turismo Carretera y sabe lo que eso implica. Por eso hace silencio nuevamente, piensa y recién en ese momento toma la iniciativa. “Este año se viene perfilando como el mejor desde que llegué al TC. Tengo una sola materia pendiente y es consagrarme. Puede que esta sea la temporada”, opina.
Desde hace tres carreras, el arrecifeño se convirtió en una personalidad que disfruta y convive con el protagonismo. “Me siento referente de Torino porque desde que empecé a correr hasta ahora siempre me quedé en la marca. Eso tiene importancia para mí y siempre voy a pelear para que esté en la posición que merece. Hoy me siento parte de la evolución que tuvo y este año tengo las mismas chances que un Chevrolet, un Ford o un Dodge”, sostiene.
¿Te ves en otra marca?
“Hay que ser realistas, más allá de que yo sea simpatizante de Torino y se lo asocie a mi apellido, uno va a terminar yendo adonde le convenga presupuestariamente. Estos años siempre traté de mantenerme en la marca, pero si el día de mañana surge una oportunidad de cambiar y la posibilidad presupuestaria me lo permite, puede que lo haga”.
¿Quién es el mejor piloto de la Argentina?
“El mejor es Matías Rossi porque tiene una calidad humana excelente, eso jamás se le pone en cuestión a él. Es muy educado y siempre busca la manera adecuada para decir lo que sea. Está a la altura de las circunstancias en cualquier categoría, potencia a los equipos y está pasando un momento increíble. No me creo menos que él pero no gané ni la mitad de lo que sí pudo lograr Matías. Lo admiro, pero no aspiro a ser Rossi. A todos nos gustaría pasar un año deportivo como los que tiene él”.
Josito, que acumula 4 triunfos y 13 podios en su trayectoria dentro de La Máxima, comenzó a dar incipientes muestras de que posee muchas características para estrechar el idilio con sus fanáticos. Un vínculo que se mantiene por resultados, por el carisma que lo distingue y, además, por un lazo hereditario que lo une a una familia icónica en el automovilismo.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de ser Di Palma?
“Como primera medida, debería entenderse que el único ídolo de la familia fue mi abuelo. Llevar el apellido me generó cosas muy buenas porque me da orgullo tenerlo y ser el único representante en el TC hoy en día. Pero a su vez no me importa ser un Di Palma, yo soy Josito y trato de hacer mi camino. Por parte de mi abuelo y de mi viejo hay cosas muy buenas, y por parte de mis tíos esas cosas positivas son contadas con los dedos de la mano. Tuve muchos proyectos que no pudieron concretarse porque se pensaron que yo era igual a otras personas de mi familia y eso lo sufrí sin merecerlo. En todos los equipos que estuve se sorprendieron porque llegué y me imaginaban de una manera por creerme Di Palma, cuando en realidad no es así”.
¿Es verdad el mito de que el piloto pierde un segundo de rapidez después de tener un hijo?
“En mi caso fue al revés. El día que sienta que voy a encarar una curva y se me pase por la cabeza mi hijo, dejo de correr. Cuando me subo al auto no tengo familia, estoy yo solo. Desde lo personal uno tiene sentimientos encontrados y desde que llegó mi hijo siento que disfruto mucho más esto. Me dio una inyección de ánimo para compartir mis pocos logros con ellos”.
¿A qué le tenés miedo?
“Le tengo mucho miedo a que las cosas no se den en el verdadero orden en el cual se tienen que dar. Cuando uno piensa en la muerte siempre se imagina primero a su abuelo, después a sus viejos, más tarde uno mismo y por último los hijos. Me daría mucho temor que ese orden no se respete, solo le tengo miedo a eso y espero que nunca me pase”.
¿Te retirarías conforme con el título del TC?
“En mi carrera me gustaría ser campeón en todas las categorías que corra. Uno siempre quiere ser campeón en el Turismo Carretera porque tiene un sabor especial, todo piloto siempre va a aspirar a eso y para mí es una materia pendiente, más allá de que conseguí victorias, podios y haya llegado con chances de coronarme a la última fecha. Ojalá este pueda ser el año”.
Josito habla, pero su confianza también. Está ante una oportunidad auspiciosa y que lo erige como candidato en la categoría más importante del país.
A fuerza de buenos resultados, convicción en sus palabras y la ambición propia de un ganador nato, la teoría se refuerza: el linaje Di Palma encontró en Josito su resurrección. ACTC