martes, 17 de julio de 2018

Científicas del Conicet obtienen sustancia antimicrobiana a partir de la yerba mate


sociedad

Un grupo de científicas del Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas “Dr. Jorge J. Ronco” del Conicet llevaron a cabo un trabajo sobre la obtención de una sustancia antimicrobiana a partir de la yerba mate, una investigación que busca economizar procesos sin generar contaminación por medio de la reutilización de residuos del ambiente.

Para esta investigación, publicada en Waste and Biomass Valorization, se empleó el residuo del mate, es decir, la yerba usada luego de simular en un laboratorio el proceso que atraviesa la yerba durante una ronda de mates. A partir de ese residuo se obtuvo una solución de color verde claro que aún conservaba los compuestos del producto, como vitaminas, minerales y antioxidantes, y esa sustancia fue puesta en contacto con un elemento químico que se llama sal de plata y que posee conocidas propiedades antimicrobianas, es decir que inhibe el desarrollo de virus, bacterias y hongos.

De esa interacción se formaron nanopartículas de plata y la solución obtenida fue utilizada como medio de cultivo para dos bacterias: lo que sucedió fue que ninguna de las dos pudo reproducirse normalmente y se logró la inhibición de los microorganismos patógenos con una concentración bajísima de nanopartículas.

“Las propiedades antimicrobianas de la plata se conocen desde hace mucho tiempo, y de hecho hay numerosas investigaciones que prueban la obtención de sus nanopartículas a partir de extractos, pero ninguna lo había hecho con yerba”, explicó la investigadora principal del Conicet, Patricia Vázquez.

La científica aventuran posibles aplicaciones del producto antimicrobiano en telas y pinturas, para lo cual será necesario avanzar en las investigaciones con científicos de otras áreas disciplinares, y lo mismo con un eventual uso en productos relacionados con la salud humana.

“Se puede pensar, por ejemplo, en la utilidad que tendría incluir estas nanopartículas en la confección de camisones o sábanas de hospitales, o en revestimientos para las paredes de un jardín de infantes”, concluyó.