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Descubrimientos La evolución |
El Dr. Nizar Ibrahim, paleontólogo y explorador de National Geographic, encuentra
adaptaciones únicas en un dinosaurio que le permiten nadar.
Hace mucho tiempo que los científicos no tienen evidencia convincente de que algún dinosaurio viviera
mayormente en un hábitat acuático. Hoy, un equipo internacional de investigadores respaldado por
National Geographic Society ha informado el descubrimiento de evidencia de que el Spinosaurus, el
dinosaurio depredador de mayor longitud conocido, era un animal acuático y utilizaba el nado
propulsado por la cola para cazar presas en un vasto ecosistema fluvial.
Es la primera vez que se ha informado una adaptación de tal tipo en un dinosaurio.
Los hallazgos, que se publicaron en la revista Nature y fueron presentados con elementos visuales
exclusivos en National Geographic, están basados en una investigación multidisciplinaria del único
esqueleto de Spinosaurus que existe en el mundo, el que fue encontrado en la región de Kem Kem del
Sahara marroquí.
El esqueleto es ahora el más completo hasta la fecha de un dinosaurio depredador Cretácico del
continente africano.
Antes de este descubrimiento, el Dr. Nizar Ibrahim, explorador de National Geographic y paleontólogo
de la Universidad de Detroit Mercy, lideró al equipo que hizo el seguimiento del Spinosaurus y creó una
nueva reconstrucción de él en 2014, lo que National Geographic anunció en ese momento. Su
reconstrucción reveló que la criatura medía 16 metros de largo en su adultez, mayor longitud que un
Tyrannosaurus rex.
Con el respaldo de National Geographic Society, Ibrahim y su equipo regresaron a Marruecos en 2018
para responder finalmente a las preguntas en torno a su afirmación de que el Spinosaurus era
semiacuático. Entre 2015 y 2019, su equipo recuperó muchos más fósiles del esqueleto, como una cola
semejante a una aleta extraordinariamente completa capaz de realizar un amplio movimiento lateral y
caracterizada por espinas dorsales extremadamente largas.
Con la publicación de este estudio en la revista científica Nature, se confirma que este nuevo
descubrimiento cambia nuestra comprensión actual de la diversidad de los dinosaurios en general y
del Spinosaurus específicamente.